La expresidenta Cristina Kirchner llevará a la Corte Suprema de Justicia de la Nación el fallo de la Cámara Federal de Casación Penal, que ayer confirmó su condena por la obra pública de Santa Cruz.
Cuando la apelación llegue, será la cuarta definición clave que el máximo tribunal tendrá que tomar en los expedientes de la ex mandataria. Y todo en un contexto de renovación de sus jueces.
La defensa de Cristina Kirchner, a cargo de Alberto Beraldi, ya adelantó que apelará el fallo que dictó la Sala IV de Casación. Busca llegar a la Corte Suprema para que revoque la condena de seis años de prisión y de inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por el delito de administración fraudulenta.
Pero el máximo tribunal, además, acumula otras definiciones que pueden definir el futuro judicial de CFK. Puntualmente, debe resolver si, en los casos dólar futuro, la firma del memorándum de entendimiento con Irán y Los Sauces-Hotesur, debe ir a juicio oral y público o si dicta su sobreseimiento.
En los tres expedientes, la expresidenta fue enviada a juicio oral. En dólar futuro -en el que también está acusado el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof- Cristina Kirchner fue sobreseída en abril de 2021 por la Cámara Federal de Casación Penal y el fallo fue apelado por la Fiscalía. Desde el junio de 2021 está en la Corte Suprema.
En los casos del memorándum con Irán y Los Sauces-Hotesur los tribunales orales que tienen los expedientes sobreseyeron a la expresidente. En septiembre de 2023, la Cámara de Casación revocó ambos fallos y ordenó que se hagan los juicios orales. Ante esas decisiones los que apelaron fueron las defensas de los acusados. Así las causas llegaron a la Corte Suprema.
A esa lista se sumará la condena por la obra pública. Sin duda es la definición más importante para la expresidenta, porque se trata de una condena y si se confirma quedará firme en condiciones de ejecutarse. Eso significa que Cristina Kirchner no podrá ocupar cargos públicos por la inhabilitación perpetua, lo que implica que no pueda presentarse a elecciones. Y también que quede detenida. Por la edad -en febrero cumple 72 años- podría ser prisión domiciliaria.
Para eso es clave el tiempo. Y la Corte Suprema es el único tribunal que no tiene plazos para resolver. Por lo que es toda una incógnita cuando podría hacerlo. Pero Cristina Kirchner podría verse en el espejo es Carlos Menem, otro expresidente que tuvo condenas que llegaron a la Corte Suprema, y pedir que se aplique su “doctrina”: que pasen los años sin que se resuelva su causa.
Una fue el caso del pago de sobresueldos a ex funcionarios de su gobierno. El ex jefe de Estado fue condenado en diciembre de 2015 a cuatro años y seis meses de prisión. La condena fue confirmada por Casación y en diciembre de 2018 llegó a la Corte Suprema. Van a cumplirse seis años que el máximo tribunal tiene la causa para resolver. Algunos advierten que en breve pueda haber novedades.
Otro caso del expresidente fue el de la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador durante su presidencia. En 2011 fue absuelto en el juicio oral y dos años más tarde Casación lo condenó y se le impuso una pena de siete años de prisión. El fallo fue revisado nuevamente por Casación y Menem fue absuelto en 2018 por el criterio de “plazo razonable” para ser investigado. Y en 2019 la causa llegó a la Corte Suprema. Desde entonces también se espera la resolución.
Menem murió en febrero de 2021 sin que sus causas hayan sido resueltas por el máximo tribunal.
Cuando la condena de Cristina Kirchner llegue a la Corte Suprema se dará en un contexto de renovación del tribunal. A fin de año, Juan Carlos Maqueda dejará la Corte por llegar a los 75 años, la edad máxima que establece la Constitución Nacional para ser juez, y el tribunal quedará con tres jueces: Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti. Es la composición mínima que puede tener la Corte para resolver causas, si no deben recurrir a conjueces.
Mientras la Corte queda con esa integración, el Senado discute a los dos candidatos que propuso el presidente de la Nación, Javier Milei: Manuel García-Mansilla para reemplazar a Maqueda, y Ariel Lijo para ocupar el lugar que en noviembre de 2021 dejó Elena Highton de Nolasco.
Los dos candidatos ya tuvieron su audiencia en el Senado de la Nación y ahora atraviesan el camino de la búsqueda de los dos tercios de los votos para ser designados. Todavía no se firmó el dictamen de la comisión de Acuerdos.
Las negociaciones políticas para los nombramientos están abiertas o trabadas, según quien las cuente. Y para esas negociaciones hay una persona clave: Cristina Kirchner. Sin los votos de su bloque no se puede nombrar a ningún juez para la Corte Suprema, el tribunal que debe resolver sus causas.
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