Un día después de que un masivo acto de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia, terminara con un atentado contra manifestantes anti racistas que mató a una persona y dejó una veintena de heridos, la Casa Blanca condenó este domingo lo que consideró un ataque de "odio y fanatismo", mientras que el alcalde demócrata de esa ciudad lo calificó como "un acto de terrorismo".
El sábado columnas de militantes neonazis y decenas de milicianos armados como militares que decían "proteger a la nación" inundaron la ciudad universitaria, una localidad de unos 50.000 habitantes, para una esperada manifestación en un parque público que había sido bautizada como "Unir a la derecha". Allí los esperaba otra protesta, una de simpatizantes anti racistas y pacifistas que rechazaba su presencia.
Primero empezaron los empujones y golpes de los supremacistas blancos contra los manifestantes que los repudiaban y la violencia llegó a su máximo nivel cuando un hombre, que hoy fue identificado como James Alex Fields Jr., un joven blanco de 20 años, atropelló con su auto a la multitud anti racista.