La crisis del talco de Johnson & Johnson se prolongará durante años. Los inversores borraron $40 mil millones de su valor de mercado el viernes, después que Reuters reveló que el gigante de la atención médica de Estados Unidos supo durante décadas que su polvo para bebés estaba contaminado por el asbesto.

La compañía dijo que la historia es una “teoría de conspiración absurda”, ya que “J&J, reguladores o expertos independientes han utilizado todos los métodos disponibles para probar el talco de J&J para el asbesto, y todos estos métodos han encontrado que nuestro talco cosmético es libre de asbesto”.

El mercado puede haber reaccionado exageradamente (la acción cayó 10% el viernes), pero los juicios y los daños a la marca no se disiparán fácilmente.

J&J enfrenta miles de demandas de usuarios que afirman que el talco de la compañía causó problemas de salud. En julio, un jurado de Missouri ordenó a la compañía pagar u$s4.700 millones a 22 mujeres que afirmaron que su cáncer de ovario fue causado por el asbesto en los productos de J&J. El mercado se había encogido de hombros ante esa decisión. Las acciones de la compañía para el jueves habían aumentado casi un 5 por ciento desde enero, lo que le daba una capitalización de mercado de casi u$s400 mil millones.

Recortar el 10 por ciento de eso puede ser una reacción exagerada. Los inversores tienden a entrar en pánico cuando es probable que se produzcan acuerdos multimillonarios. El fabricante de medicamentos Merck perdió u$s 27 mil millones, o el 27 por ciento de su valor de mercado, cuando retiró el analgésico Vioxx en 2004 después de que estudios lo relacionaran con ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. La compañía terminó resolviendo la mayoría de los casos por menos de $5 mil millones.

Del mismo modo, los inversionistas han descontado un pasivo de u$s15 mil millones en Bayer por demandas que reclaman un herbicida fabricado por Monsanto, la compañía estadounidense que adquirió este año, causó cáncer, según el Bank of America Merrill Lynch. El banco cree que el pago probablemente será inferior a u$s5 mil millones.

Las facturas legales no disminuirán en el corto plazo. Merck todavía estaba lidiando con litigios relacionados con Vioxx más de una década después de que el medicamento fue retirado del mercado.

Pero el golpe a la reputación de J&J puede ser el más difícil de solucionar. En la década de 1980, siete personas murieron después de tomar analgésicos Tylenol que habían sido contaminados con cianuro. La respuesta de la compañía a esa tragedia, rescatando 31 millones de botellas, publicando avisos a clientes e introduciendo embalajes a prueba de falsificaciones, se convirtió en una lección básica de la escuela de negocios para mejorar la reputación.

Si la compañía realmente se sentó con datos preocupantes relacionados con un producto usado en bebés de todo el mundo, podría terminar siendo exhibida como un ejemplo contrario.


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