Otra vez la realidad supera a la ficción. Una terrible tragedia generó conmoción en el estado de Michigan. Una mujer mató a sus tres hijas de dos, seis y ocho años con un rifle y luego se suicidó. Todo comenzó cuando Aubrianne Moore, de 28 años, inventó una supuesta cita al médico para sacar de la escuela a sus tres nenas: Alaina Rau, de dos años, Cassidy Rodery, de seis y Kyrie Rodery, de ocho.

Pero en lugar de llevarlas a ver el doctor, las condujo a un bosque del condado de Kent, donde las asesinó una por una con un rifle de caza. Luego, cargó los cuerpos de las chiquitas en su auto y manejó hasta la casa de su novio. Se bajó del vehículo y se mató con el mismo rifle que había usado para asesinar a sus hijas.

El reloj marcaba las tres de la tarde cuando las autoridades descubrieron los cuerpos. Moore sufría de esquizofrenia y una trabajadora social había pedido su internación en un psiquiátrico el pasado mes de septiembre. Dijo entonces que sufría psicosis paranoide y alucinaciones visuales y auditivas.

La trabajadora social afirmó que Moore "no manda a sus hijos a la escuela porque la televisión le dijo que habría un accidente de autobús, se queda despierta toda la noche porque cree que hay gente que quiere entrar a su casa" y que "no come porque cree que alguien envenena su comida".

"Ella probablemente creía que estaba protegiendo a las niñas de algo. No sé qué más decir. No hay una buena respuesta", explicó la sheriff Michelle LaJoye-Young cuando trataba de explicar varias notas escritas por Moore que encontraron en su casa. Un tío de Moore, Joseph Graham, dijo al New York Post que recordará a las nenas como tres "hermosos angelitos" cuya madre no recibió la atención médica que necesitaba.


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