El cacique aseguró que “ese racismo siempre estuvo”, y que “hoy se ve agravado por la situación de aislamiento obligatorio por el cual a nadie se le permite circular y hacer sus actividades laborales”. Además, agregó que los controles son más fuertes en los indígenas.

Durante el fin de semana PASADO, un grupo de policías de la comisaría tercera del barrio Bandera Argentina, cerca del acceso a Fontana, ingresó por la fuerza en una vivienda de personas que pertenecen a la comunidad Qom, cometiendo todo tipo de abusos. “Lo que han hecho con la familia Fernández es lo que habitualmente hace la policía permanentemente”, dijo Díaz.

En esta línea, el cacique señaló que “existe un desprecio hacia el indígena”, y que lo que ocurrió en Chaco no es un hecho aislado, sino que también pasa en Salta, Formosa, Tucumán, Rio Negro y Misiones.

“Hay reacciones muy violentas de la policía hacia los pueblos indígenas y uno no sabe dónde canalizar estos reclamos. Por eso me agradó que el presidente de la nación se haya solidarizado con la comunidad y que haya repudiado el hecho”, aseguró. También el gobernador, Jorge Capitanich, se presentó como querellante de la causa y eso, para el cacique, “es una esperanza de que esto se pueda ir revirtiendo de a poco”.

Durante la entrevista, Félix Díaz reafirmó la lucha del “anhelo por pensar libre, decidir libre y tener acceso a la Justicia para que nos incluya dentro de los Derechos Humanos”. “Ahora estamos mendigando derechos y eso no es justo para nosotros”, sentenció.

LA PELEA DE LA COMUNIDAD TOBA CON EL CORONAVIRUS

Respecto de la pandemia y la batalla contra el COVID-19, el cacique contó que está “en contacto permanente con la comunidad”, y sobre esto relató: “La primera persona que falleció por el virus fue un hermano que tuvo un problema de la vesícula, se operó en el hospital Ferrando y le dieron el alta, sabiendo los médicos que el resultado del test le había dado positivo y nunca se lo comunicaron.

Se fue a su casa, contagió a su familia y a su gente, porque era un pastor en la iglesia evangélica, y de esa manera se instaló el coronavirus en el barrio”.

Cuando los indígenas se enteran de esa situación, ya era tarde, el virus estaba circulando. “Lo que hace el gobierno es bloquear el acceso a la comunidad con un montículo de tierra para que nadie salga ni entre”, contó, sobre el operativo donde “pusieron a custodiar a la policía, al ejército y a la gendarmería, y al principio no le dieron barbijos, ni alcohol en gel, ni comida”.

También contó: “Como producto de esta pandemia, una hermana que fue a retirar su beneficio en un banco, es interceptada por una policía, observa que el DNI dice ‘barrio toba’, le arrojan el documento al suelo, la empujan y le dice: ‘andáte de acá india de mierda que sos la responsable de los contagios’. Entonces todos creen que el virus lo estamos trasladando nosotros y la realidad es que no hicimos nada”.

Sobre el vínculo con el actual gobierno, adelantó que le confirmaron una audiencia con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, pero hasta el momento no tiene fecha. “Nosotros siempre nos ofrecemos a colaborar, somos interlocutores entre el Estado y las propuestas de los pueblos indígenas”, afirmó.


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