Son siete los prestigiosos escultores que participarán este año de la Bienal Internacional de Escultura denominada “Identidad en Movimiento”. El ganador se llevará el “Gran Premio de Honor”. Argentina, Polonia, Alemania, China, Francia, Colombia y Bolivia. Estos siete países tendrán su representante en lo que será el concurso principal de la Bienal Internacional de Escultura “Identidad en Movimiento”, que se realizará del 14 al 21 de julio en el MusEUM del Domo del Centenario, en Resistencia.

Este año, el concurso tendrá una característica distintiva: participarán de él todos los ganadores de las bienales realizadas entre 1998 y 2016. En esta oportunidad deberán realizar una obra inspirada en el tema “Identidad en movimiento”. Además, a diferencia de las anteriores bienales, en esta habrá pluralidad de materiales para trabajar: piedra, metal, acero y hierro.

Participarán Raúl “Pájaro” Gómez (Argentina), ganador de la Bienal 1998; León Saavedra Geuer (Bolivia), ganador de la Bienal 2002; Piotr Twardowski (Polonia), ganador de la Bienal 2006; Tobel (Alemania), ganador de la Bienal 2010; Fernando Pinto (Colombia), ganador de la Bienal 2012; Thierry Ferreira (Francia), ganador de la Bienal 2014 y Qian Sihua (China), ganador de la Bienal 2016.

Las obras

¿Qué obra realizará cada uno y en qué material? El argentino Raúl “Pájaro” Gómez realizará “Espíritu del Viento”, una escultura hecha en acero. “Esta obra está compuesta de cuatro elementos: la materia, el espacio, el sonido y el movimiento. Ellos generan un proceso de transformación. Esta obra es una prueba de la valides efímera y del remplazar continuo de todas las cosas dentro de la vida moderna”, explicó el autor.

El boliviano León Saavedra Geuer creará para la Bienal la obra “Vuelo”, que será una escultura en piedra con soldadura de metales. León explicó que “Vuelo” propone “un poco de liviandad, movimiento sutil, ligereza ante las circunstancias complicadas que transita el ser humano. Movimiento, alegría, sonidos melodiosos, confianza en los tiempos nuevos que nos trae el viento y el vuelo de la imaginación”.

Piotr Twardowski (Polonia) esculpirá en acero la obra que lleva el misterioso nombre de “PT-18”. Twardowski comentó que “el título del trabajo hace referencia al nombre de los planetoides que se mueven cerca de la tierra, constituyen las iniciales de mi nombre y el año del descubrimiento”. “Representa mi ‘fracción del universo’, un mecanismo sutil y a la vez los suficientemente complicado, por el cual el movimiento de uno de los elementos menores es intrigante y motiva a la reflexión y al cuestionamiento acerca de la relación de cada parte con el todo, y por lo tanto, la coexistencia del hombre, la vida en la tierra con el universo”, explicó.

El alemán Tobel traerá el “Sonido del Universo”, obra que realizará en piedra. “Las cosas discretas y los sonidos se mueven hacia el centro (foco), por lo tanto, se hacen más grandes y más fuertes”, comentó Tobel respecto a su obra. “La imaginación de cada individuo se abre hacia mundos y lugares de juego interiores. ‘Sonidos del Universo’ puede emplearse como una placa giratoria que funciona a su vez como ayuda auditiva. Sin embargo, al estar ubicada en un lugar sencillo y por su forma estética, invita al visitante curioso a la investigación y estudio”, añadió.

Fernando Pinto (Colombia) tallará en piedra y hierro la obra “Wayanaisi & Intiawki, leyenda de amor”. “Cuenta la leyenda que en la laguna de fúquene navegaban en un Uro (canoa hecha con juncos) dos amantes Wayanaisi y Intiawki”, contó Pinto al referirse al significado de su obra.

“Wayanaisi era la princesa de los Muzos. Fu, el dios protector de la laguna y de su tribu, había estado absolutamente deslumbrado con su belleza desde que se había hecho mujer y se había reflejado en las aguas de la laguna. Al acercarse a una orilla en donde crecían una gran cantidad de lirios blancos, Intiawki arrancó uno para ofrecérselo como símbolo de la pureza de su amor por ella, en el momento que se lo entregó, Fu, transformado en un bagre dorado tumbó a Wayanaisi del Uro y la arrastró hacia el fondo; mientras se hundía, rápidamente Intiawki tomó el lirio del que ella se agarraba, pero cuando lo levantó ella había desaparecido. Desde ese día Intiawki pasó todos los días de su vida recolectando lirios pensando en cada uno que sacaba que su amada Wayanaisi vendría a garrada de éste y le sería devuelta por el Dios Fu”, relató.

“Aparte de hablar de esta hermosa leyenda de amantes con el Uro de Intiawki lleno de lirios recolectados, mi obra intenta crear un lugar de celebración de la pureza del amor, es por eso que la obra es un balancín que se mueve con la fuerza de dos personas, al moverse los ‘lirios’ crearán sonido como música que se mueve entre ellos, que simboliza ese amor que no muere con el tiempo”, explicó Pinto.

El francés Thierry Ferreira forjará en acero la escultura “CUBICmotus#71027072”. “La escultura CUBICmotus#71027072 se presenta a sí misma como una figura geométrica, con un rasgo arquitectónico, que consta de un elemento al que podríamos llamar ‘esqueleto alineado’”, comentó.

“Fue concebida e imaginada especialmente para la Bienal del Chaco 2018, que en mi reflexión crítica, emplea en su instancia inicial, la yuxtaposición entre mi territorio de investigación artística y el territorio de la ciudad de Resistencia como un ‘lugar’ o ‘ubicación’ del arte”, recordó.

El chino Qian Sihua (ganador de la última Bienal) creará en piedra y metales la obra “Sonido de colores”. “En la antigua cultura religiosa oriental, a menudo se cuelgan objetos en el aire, el viento sopla y se produce un sonido. Es una forma de comunicación entre el hombre y el cielo”, contó Qian.

“El fluido forma una escultura con la rotación de una columna de metal a partir de las veinte piezas de metal coloreado, símbolo de veinte años de voces coloridas a través de los tiempos”, añadió.


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