El gobernador de Arizona ordenó anoche el cierre inmediato de bares, cines, gimnasios y piletas, mientras que otros estados dispusieron el uso de tapabocas en público en una abrupta marcha atrás ante un alarmante aumento de los casos de coronavirus en Estados Unidos.

El país más golpeado por la pandemia registró ayer 41.586 infecciones y 338 muertes, según la universidad Johns Hopkins, un fuerte repunte de casos que comenzó la semana pasada y que hace retroceder al país a los niveles de contagio de hace dos meses, antes de las reaperturas.

Dos miembros del equipo especial de la Casa Blanca para la pandemia, los doctores Anthony Fauci y Robert Redfield, director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades, testificarán hoy ante el Senado sobre los esfuerzos del gobierno para contener el brote.

La audiencia en la Comisión de Salud, Educación y Pensiones coincide con un aumento de los casos de coronavirus en más de las mitad de los 50 estados del país y llega luego de que Estados Unidos registrara el viernes pasado un récord absoluto de más de 45.000 casos en un día.

Florida, Texas y Arizona figuran entre los estados más afectados.

Texas frenó la semana pasada su reaperura y cerró bares y restaurantes, y las playas de Florida estarán cerradas el próximo fin de semana.

Anoche, el gobernador de la sureña Arizona, el republicano Doug Ducey, ordenó el cierre inmediato de bares, cines, gimnasios y piletas durante al menos 30 días, luego de haber autorizado su apertura a mediados del mes pasado.

Ducey ordenó también que se aplace el comienzo de clases en las escuelas públicas hasta el 17 de agosto por lo menos.

Arizona registró ayer 3.858 casos de coronavirus en las 24 horas previas, un récord para el estado y la séptima vez en los últimos diez días que los contagios diarios superan los 3.000.

"Esperamos que los números sean peores la semana próxima", dijo Ducey a periodistas, informó la cadena CNN.

Arizona ha registrado 74.500 casos y 1.588 muertes por coronavirus.

Las gobernadores demócratas de Oregon y Kansas anunciaron también anoche la obligatoriedad de usar mascarillas.

En Oregon, la gobernadora Kate Brown dijo que todo residente del estado deberá usar tapabocas en lugares públicos cerrados desde el miércoles.

La gobernadora de Kansas, Laura Kelly, dijo que emitirá un decreto sobre el uso de máscaras en tiendas, comercios en general, restaurantes y en cualquier situación que no pueda mantenerse un distanciamiento social de 2 metros como mínimo, incluyendo en lugares abiertos.

La orden entra en vigor el viernes que viene.

En Florida, el uso de máscaras también se hizo obligatorio desde ayer en la ciudad de Jacksonville, donde el presidente Donald Trump, que se ha negado a usar tapabocas durante visitas a estados y fábricas que lo exigen, será proclamado candidato presidencial de su Partido Republicano.

La proclamación en la convención nacional será en agosto, y las elecciones generales, en las que Trump enfrentará al demócrata Joe Biden, están previstas para el 3 de noviembre.

El barbijo también es obligatorio desde hoy en Miami, y su alcalde, Dan Gelber, que ordenó ayer la medida, dijo a CNN que habrá multas para quienes la incumplan.

El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, se ha opuesto al uso de máscaras en todo el estado, pero en respuesta a la decisión de Jacksonville y Miami, dijo que apoyará a las autoridades locales que hacen lo que creen es apropiado.

Gelber dijo que DeSantis debería hacer obligatorio el barbijo en todo el estado, porque la falta de unidad de criterios ha hecho que sea un "problema" convencer a la gente de usarlo.


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