El abogado que representa al cordobés Víctor Saldaño (47), quien desde 1995 se encuentra en el llamado “corredor de la muerte” en una prisión de Texas esperando que se ejecute la sentencia, pidió a la cancillería argentina que “exija a Estados Unidos” su liberación y no sea “cómplice” de la condena.

“No estamos pidiendo ayuda humanitaria al Estado, estamos pidiendo que haga cumplir el mandato de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), porque es obligación de la Cancillería hacerlo ante los Estados Unidos, caso contrario su silenció lo hace cómplice”, consideró Juan Carlos Vega, abogado de Saldaño.“Cualquier razón política para no hacerlo no puede estar por encima de lo legal”, agregó el abogado.

La sentencia a muerte podría ser ejecutada en noviembre, ya que Saldaño acaba de perder la segunda apelación que presentó a la justicia estadounidense.

Vega explicó que presentó un escrito ante la cancillería argentina para que “exija a Estados Unidos” el cumplimiento de la resolución de la CIDH que ordena la libertad del condenado por “vicios racistas” en el proceso judicial.

Vega precisó que el pasado miércoles presentó el texto en donde se solicita que interceda ante los Estados Unidos para que se exija el cumplimiento de la resolución 76 que, el 10 de diciembre de 2016 emitió la CIDH, en donde analizaron los dos procesos judiciales a los que fue sometido Saldaño y concluyeron en que en ambos casos fueron “nulos por estar viciados de racismo”.

Para el organismo internacional de los derechos humanos “todo el proceso de enjuiciamiento fue nulo, no porque la pena de muerte afecte los derechos humanos, sino porque el proceso judicial estuvo viciado por racismo”, manifestó el letrado cordobés.

Asimismo, el abogado sostuvo que Estados Unidos integra la CIDH y reconoce su jurisdicción, por lo tanto “sus resoluciones tienen valor jurídico y vinculante” en ese estado americano.

En 1990, Saldaño se fue de su casa, en la ciudad de Córdoba, y luego de recorrer varios países se instaló en Dallas, estado de Texas, en donde el 25 de noviembre de 1995 se emborrachó con su amigo mexicano, Jorge Chávez, y asaltaron al comerciante Paul Ray King, a quien asesinaron en un bosque. Ambos fueron detenidos luego del crimen y tras ser sometidos a juicio, Chávez fue condenado a “prisión perpetua” como partícipe del crimen, y Saldaño a la “pena de muerte” como autor del asesinato.

Desde entonces Lidia Guerrero, madre de Saldaño, viene peregrinando para evitar que se ejecute la pena de muerte y que se cumpla la resolución de la CIDH para que lo liberen, o caso contrario que lo saquen del “corredor de la muerte” y sea alojado en un psiquiátrico por su deterioro psicológico.

“Víctor tiene más de 20 años en el corredor de la muerte. Con cuatro años en ese corredor ningún aparato psicológico aguanta. Se destruye lo poco de ser humano que puede quedar”, dijo al ser consultado sobre el estado de salud.

Asimismo resaltó el “acompañamiento permanente” del papa Francisco en la lucha que se viene realizando desde hace muchos años para que Estados Unidos cumpla con las resoluciones de la CIDH.

Vega también dijo que uno de los ex abogados de Estados Unidos que asistieron a Saldaño lo visitó en la prisión y le anticipó que la pena de muerte se va a ejecutar en noviembre próximo.

Todas las instancias judiciales ya se cumplieron: “Saldaño se cayó del sistema interno, legal y federal que era donde estaba. Con la sentencia del quinto circuito se terminaron las apelaciones y lo único que queda es la instancia de la Corte Suprema de Estados Unidos”, dijo, y consideró “difícil” que se expida en contra de la pena capital.


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