En las mesas de bares y restaurantes los saleros - y los sobres con ese aditivo - brillarán por su ausencia y solo se conseguirán a pedido expreso de los clientes. También será obligatorio que los locales de comidas tengan a disposición de los comensales sal con bajo contenido de sodio.

Es que los comercios del rubro gastronómico y las panaderías que no se sumen a la tendencia de bajar la oferta de sal en sus productos podrán ser sancionados por el Municipio porque en los últimos días se aprobó una ordenanza que promueve el consumo responsable de sal en restaurantes, confiterías, bares, pizzerías, locales de venta de comidas rápidas, panaderías y establecimientos de elaboración de pastas.

De acuerdo a lo que se establece también estarán bajo la lupa comedores, hospitales y escuelas, tanto públicos como privados.

Guía de recomendaciones

Las panaderías no quedan exentas de las medidas, ya que deberán adherirse a la Guía de Recomendaciones para Panaderos y hasta firmar un convenio en el que garanticen que sus productos tendrán menos sal.

En La Plata se constató que no son muchas las panaderías que ofrecen productos reducidos en sodio. Por caso, en una ubicada en la zona de Plaza Azcuénaga el único producto sin sal es una variedad de galleta.

No obstante, también hay comercios que desde hace años tienen algún producto apto para hipertensos, como es el caso de una panadería ubicada diagonal 77 y 4. “Los panes realizados con harina integral son sin sal y también tenemos una variedad del pan blanco”, señaló una vendedora.

En tanto, en otras panaderías se mostraron expectantes con relación a la nueva normativa y señalaron que habrá que adaptarse a los nuevos tiempos.

Se anticipó desde el ámbito comunal que la Secretaría de Salud conformará mesas de trabajo con las asociaciones y cámaras del sector gastronómico, de panaderos y derivados y de elaboración de alimentos.

Identificación

También está previsto que los locales adheridos a la lucha contra la sal tengan una identificación, un logo que los ubica en el listado de comercios que acompañan el uso responsable de sal.

La tarea de difusión sobre los efectos nocivos de la sal también estarán a disposición de los comerciantes y hasta de los clientes que concurran a restaurantes, bares y establecimientos gastronómicos.

En ese contexto, se deberá exhibir la leyenda: “El consumo excesivo de sal es perjudicial para la salud”.

Posibles clausuras

Se informó que quienes no acompañen esta Ordenanza serán sancionados y en el caso de que reincidan hasta se llegará a la clausura de los locales por un plazo mínimo de siete días.

En el rubro gastronómico la lucha contra la sal parece mas instalada. Micaela, responsable de un restaurante de calle 51 entre 4 y 5, fue contundente: “desde hace 3 años sacamos los saleros de las mesas y decidimos no usar la sal en nuestros platos; la verdad es que muy pocos nos piden para agregar”.

En la misma línea, Juliana Tedesco, responsable de un local gastronómico cercano a la Plaza San Martín, sostuvo que desde el año pasado se retiraron los saleros de las mesas.

“En general cocinamos sin sal, no le ponemos ni a las salsas y la gente no se queja, se está tomando conciencia de que hace mal y también la gente va modificando su gusto”, apuntó la encargada.

Cabe destacarse que con la reducción de la sal en los alimentos procesados se busca disminuir el impacto de las enfermedades cardiovasculares y la hipertensión.

Una ley nacional plantea también que se coloquen advertencias en los envases sobre los riesgos del consumo en exceso de sal; promueve la eliminación de los saleros en las mesas de los locales gastronómicos; fija el tamaño máximo para los envases en los que se venda sal no superar los 500 mg y establece sanciones a los infractores.

En cuanto a los locales gastronómicos, se prevé un acuerdo con las autoridades jurisdiccionales para promover la publicación de una leyenda con una advertencia sanitaria en los menús de los establecimientos; la oferta de alternativas sin sal agregada; las limitaciones a la sugerencia espontánea de saleros, así como la disponibilidad de sal en sobre y con bajo contenido de sodio.

Cabe destacarse que la iniciativa del Plan Argentina Saludable del Ministerio de Salud de la Nación, Menos Sal Más Vida, trabaja desde 2011 en la reducción del consumo de sal a través de acuerdos con la industria alimenticia y las panaderías artesanales.

La Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo diario de 5 gramos de sal, mientras que en Argentina, según estimaciones de la cartera sanitaria, el consumo es de 11,2 gramos.

Esa distancia entre el consumo real en el país y el deseado o sugerido, llevó, en parte, a que se realicen diferentes campañas para bajar el consumo de la sal en la dieta de los argentinos.

Fuente: El Día de La Plata


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