La actitud de Francia de no pedir perdón a Argelia por las atrocidades cometidas durante la colonización del país africano en el siglo pasado abre un interrogante de difícil respuesta sobre las heridas que aún persisten entre París y Argel.

Con su determinación de impulsar una investigación, el presidente Emmanuel Macron ha ido más lejos que cualquiera de sus predecesores en reconocer las violaciones a los derechos humanos cometidas por Francia en Argelia durante 132 años.

Macron recibió el miércoles una copia de un informe de 150 páginas que pidió sobre Argelia al famoso historiador francés, Benjamín Stora, experto en el norte de África.

Entre otras recomendaciones, Stora propuso poner en marcha una comisión conjunta francoargelina para impulsar actos de memoria y de verdad, como ya se hizo en otros países.

Sin embargo, la Presidencia francesa dijo que no habrá "ni arrepentimiento ni pedido de disculpas" por la guerra de ocho años que puso fin al colonialismo francés, si bien se prevé una serie de actos destinados a la reconciliación.

Durante su campaña para llegar a la presidencia en 2017, Macron declaró que la colonización de Argelia era un "crimen contra la humanidad".

La lucha por la independencia de Argelia tomó un decidido impulso después del fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, cuando no se cumplieron las promesas francesas de brindar una mayor autonomía a ese país del norte de África

La lucha por la independencia de Argelia tomó un decidido impulso después del fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, cuando no se cumplieron las promesas francesas de brindar una mayor autonomía a ese país del norte de África.

En 1954, el Frente de Liberación Nacional (FLN) de Argelia lanzó una guerra de guerrillas y buscó el reconocimiento de la ONU; sus principales ataques ocurrieron durante la llamada batalla de Argel, entre 1956 y 1957.

Las fuerzas francesas, que llegaron a estar integradas por unos 500.000 efectivos, lograron luego el control de la capital argelina mediante la aplicación de técnicas de represión.

En 1959, ante el recrudecimiento de los combates, el líder francés Charles de Gaulle declaró que Argelia tenía derecho a dirigir su propio futuro, desatando la respuesta de los argelinos de origen francés que se oponían a la independencia.

A pesar de un intento golpista, organizado por miembros del Ejército francés, se firmó un acuerdo por medio del cual Argelia logró su independencia, el 3 de julio de 1962.

Para el analista Abraham Zylberman, "existe lo que se llama la escuela francesa. Era un grupo de oficiales de ese país que entrenaban a militares de distintos países en la represión, desaparición y asesinatos".

"Eran técnicas de represión que ellos aplicaban en Argelia, respecto a los grupos opositores argelinos-árabes. Esa metodología la fueron dando a quienes querían aprenderlas. Eso se reflejó muy bien en la Escuela de las Américas de Panamá, que estaba en el sector estadounidense del canal", dijo Zylberman a Télam.

El analista, que es profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Buenos Aires, especializado en el Holocausto, mencionó que algunas de esas técnicas se aplicaron también en Argentina durante la dictadura cívico-militar, entre 1976 y 1983, aunque, advirtió, "con los matices propios de cada país".

La guerra librada por Francia en Argelia continúa siendo una página muy dolorosa en la memoria de millones de franceses y argelinos

"Francia reprimió a una colonia que se quería independizar; lo de Argentina, en cambio, fue un golpe de Estado con un dictadura. En Argelia, Francia era un Estado democrático que utilizaba esa metodología para sofocar una rebelión", señaló.

Zylberman apuntó que "incluso militares franceses crearon una organización extremista, la OAS (Organización Armada Secreta, un grupo de extrema derecha del Ejército francés), que trataba que impedir que Francia se retirara de Argelia".

El exdictador Reynaldo Bignone (1982-1983), sentenciado luego a 20 años de cárcel por su responsabilidad en el Plan Cóndor, entre otras condenas, dijo en una oportunidad que instructores franceses le enseñaron a los militares argentinos el método del secuestro, la tortura y la ejecución clandestina de personas.

Se estima que al menos 7 millones de personas en Francia están todavía afectadas directamente, o por lazos familiares, con el destino de ese país africano

En declaraciones a la prensa el 2 de septiembre de 2003, Bignone dijo que no hubo ninguna diferencia entre la denominada Batalla de Argel y la represión de la dictadura militar argentina.

"Fue una copia. Inteligencia, cuadriculación del territorio dividido por zonas. La diferencia es que Argelia era una colonia y lo nuestro fue dentro del país", afirmó.

Bignone afirmó, asimismo, que "era una diferencia de fondo, pero no de forma en la aplicación de la doctrina. Los (instructores) franceses dictaban conferencias y evacuaban consultas. Para algo estaban acá. No cobraban el sueldo de gusto".

La guerra librada por Francia en Argelia continúa siendo una página muy dolorosa en la memoria de millones de franceses y argelinos.

Se estima que al menos 7 millones de personas en Francia están todavía afectadas directamente, o por lazos familiares, con el destino de ese país africano.

TÉLAM


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