Ucrania denunció este miércoles que 15 de sus embajadas en Europa recibieron 31 paquetes sospechosos en una semana y que todos tenían como dirección de envío un concesionario de automóviles Tesla en Alemania, pero responsabilizó a Rusia de realizar una "campaña de terror planificada".

"En los últimos dos días llegaron paquetes sospechosos a las embajadas de Italia, Polonia, Portugal, Rumania y Dinamarca, y al consulado de Gdansk" en Polonia, llevando el número total a "31 en 15 países", dijo en Facebook el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba.

"Siguen llegando amenazas contra nuestros diplomáticos", añadió, una semana después de que una carta bomba estallara en la embajada de Ucrania en Madrid, hiriendo levemente a un empleado.

Tras ese incidente, Kiev reforzó la seguridad en todas sus sedes diplomáticas y denunció una "campaña de terror planificadas" de Rusia, en el marco de invasión encabezada por el Kremlin desde el 24 de febrero pasado a territorio ucraniano.

La cancillería ucraniana reveló que varias de sus representaciones diplomáticas en Europa habían recibido paquetes con ojos de animales.

Sin embargo, el Kremlin condenó inmediatamente las cartas con sustancias explosivas recibidas en la embajada de Ucrania en España, sedes de instituciones públicas y una empresa de armas españolas.

"Ante la información que va apareciendo en los medios de comunicación españoles respecto a los paquetes explosivos enviados a la embajada de Ucrania en España y unas entidades oficiales declaramos: cualquier amenaza o acto terrorista, más aún dirigidos contra una misión diplomática, son totalmente condenables", publicó el jueves pasado la embajada rusa en Madrid en su cuenta de Twitter.

Kuleba señaló que "todos los paquetes tienen la misma dirección de envío: el concesionario de automóviles Tesla de la ciudad alemana de Sindelfingen", en el suburbio de Stuttgart, informó la agencia de noticias AFP.

Kuleba destacó "el nivel de profesionalismo" de los "criminales" que "tomaron medidas para no dejar rastros de ADN en los paquetes".


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