Finalmente, no hubo acuerdo. El Partido Justicialista no logró la unidad tan pregonada por algunos sectores y dirimirá su nueva conducción en elecciones internas que se desarrollarán el mes próximo en las que se enfrentarán la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, quienes ayer presentaron sus respectivas listas de candidatos. El máximo cargo partidario será definido el próximo 17 de noviembre.
Como parte de la estrategia de reafirmarse como el faro dentro del peronismo nacional, la exmandataria fue la primera en oficializar al equipo conformado por ex funcionarios, intendentes, diputados, senadores y sindicalistas, que demostraron su fidelidad hacia ella.
Con su nombre a la cabeza, la mesa de los vicepresidentes en los que depositó su confianza se formó de la siguiente forma: el titular del bloque de senadores de Unión por la Patria, José Mayans, para vicepresidente 1°; la senadora catamarqueña Lucía Corpacci para vicepresidente 2°; el presidente del bloque diputados de UP, Germán Martínez, para vicepresidente 3°; la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, para vicepresidente 4°; y el secretario general de SMATA, Ricardo Pignanneli, para vicepresidente 5°.
En el ámbito de los Consejeros titulares, la órbita fue encabezada por la diputada bonaerense Vanesa Siley; seguido del senador nacional Juan Manzur; la senadora de la provincia de Buenos Aires María Teresa García; el senador nacional Eduardo “Wado” de Pedro; la diputada nacional Agustina Propato; el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Abel Furlán; la ex directora ejecutiva de la Administración Nacional de la Seguridad Social Fernanda Raverta; el senador nacional José Emilio Neder; la diputada nacional Paula Penacca; y el secretario general de la SUTERH, Víctor Santa María, figuraron entre los primeros diez escalafones.
El resto de los seleccionados por la exvicepresidente para conformar la Consejería fueron la ex diputada nacional Nelly Daldovo; el senador nacional Martín Doñate; la intendente de Quilmes, Mayra Mendoza; el senador nacional y ex gobernador de San Juan Sergio Uñac; la secretaria general de SADOP en CABA Alejandra López; el ex jefe de Gabinete Agustín Rossi; la ex ministra de Trabajo Kelly Olmos; el senador nacional Carlos Linares; y la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti.
En contraposición, Quintela recurrió al suspenso y reveló los nombres de los dirigentes que conformaron su lista para competir por la presidencia cerca de la medianoche, es decir, poco antes de que finalizara el tiempo establecido por el reglamento.
Bajo la promesa de establecer un peronismo más federal, el mandatario riojano eligió a la intendenta de Barranqueras (Chaco), Magda Ayala, como candidata a vicepresidenta 1° del partido; al exgobernador de San Luis Alberto Rodríguez Saa para vicepresidente 2°; a la Secretaria Gremial UPCN en CABA, Mariana Gadea, para vicepresidente 3°; al legislador de la provincia de Tucumán Roque Álvarez para vicepresidente 4°; y a la intendenta de La Viña (Salta) Alba Sánchez para vicepresidente 5°.
Algunos de los aspirantes para ser Consejeros titulares son: Carlos Caserio (Córdoba), Victoria Tolosa Paz (Buenos Aires), Richard Jesús Ordóñez (Córdoba), Tuty Amat (Salta), Natalia Zabala Chacaur (San Luis), Jorge Exequiel Moreno (Catamarca), Eugenia Alianiello (Chubut), Jorge Molina (Santa Fe), Erro Mirta Griselada (La Pampa), Gaston Harispe (Buenos Aires), Alejandra Adriana Avila (Santiago del Estero), Alberto Arrua (Misiones), Lidia Mabel (Santa Cruz), Osvaldo Nemirovsci (Río Negro), Cecilia Gomez Mirada (Buenos Aires).
Luego de confirmar la lista completa, Quintela realizó un posteo en las redes sociales donde expresó: “Con mucha alegría y esperanza nos ponemos a disposición de los compañeros y compañeras del peronismo para estar al frente de un proceso que será largo y difícil pero que, sin dudas, marcará un nuevo inicio para nuestro partido”.
“Gracias a todos los hombres y mujeres que con mucho coraje y patriotismo trabajaron, trabajan y trabajarán en la lista “Federales, un grito de corazón” para conducir el Partido Justicialista, con quienes compartimos, al igual que con todos los peronistas, el deseo y la necesidad de unirnos más que nunca y hacernos más fuertes”, concluyó.
Una interna a cielo abierto, con Kicillof en el centro de las críticas kirchneristas
La presentación de las listas de candidatos no fue más que el corolario de una semana en la que el peronismo quedó a las puertas de un quiebre histórico, con Cristina Kirchner decidida a disputar la presidencia del partido, Ricardo Quintela en la misma posición, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, tal vez el nombre más fuerte que tiene el PJ de cara a las elecciones presidenciales de 2027, como blanco de críticas furibundas de la expresidenta.
La cronología de los últimos sucesos de la vida peronista explican, con absoluto detalle y precisión, la crisis interna que vive la fuerza política. Kicillof pidió la unidad, Quintela evitó sellar un acuerdo con CFK en el PJ Nacional, la ex mandataria presentó su lista para competir por la presidencia del partido y acusó de traidor al gobernador bonaerense. Punteo acotado de tres días donde hubo una guerra sin trincheras. No se midieron las consecuencias de las palabras y los gestos. No fueron horas para los grises.
El punto más álgido de la interna se dio el viernes cerca del mediodía, cuando la exvicepresidenta de Alberto Fernández participó de una reunión en la sede de SMATA, que conduce Ricardo Pignanelli, y dejó una frase que hizo mucho ruido, principalmente en La Plata, sede de la gobernación bonaerense. “Los Poncio Pilatos y los Judas en el peronismo no van más”, sentenció en referencia a quien fuera su hijo político.
En el evangelio Poncio Pilatos fue uno de los responsables de la crucifixión de Jesús. Fue quien firmó su sentencia a muerte baunque previamente intentó indultarlo tras la condena a muerte que le había impuesto una asamblea de judíos.
Después de hacerlo se lavó las manos para dar una señal de que no tenía responsabilidad sobre esa muerte. Judas Iscariote fue un apóstol que traicionó a Jesús. Las referencias bíblicas fueron utilizadas por Cristina para describir lo que para ella hoy es Kicillof. Lo trató de traidor sin decir esa palabra.
Según pudo reconstruir Infobae a través de fuentes gremiales, la ex mandataria tuvo una reunión con sindicalistas, intendentes y dirigentes políticos horas antes de cerrar la lista para su candidatura al PJ Nacional. Sin nombrarlo, mostró todo su enojo y decepción con Kicillof. “No estamos eligiendo entre San Martín y Belgrano. Me hace ruido y me provoca dolor que haya gente que no se defina”, dijo por la disputa entre ella y Ricardo Quintela.
Ayer, luego de las duras palabras de Cristina Kirchner, tanto Ricardo Quintela como el propio Kicillof salieron a pedir públicamente “bajar los decibeles”, aunque sin evitar reafirmar sus posturas.
“Hay que proteger y cuidar a Kicillof porque es la única alternativa que tenemos hoy por hoy los argentinos. Por eso hay que protegerlo”, dijo el riojano durante la mañana del sábado en un par de entrevistas en las que, además, llamó la atención al afirmar que era necesario el regreso al peronismo de dirigentes que están, desde hace años, alejados, como Florencio Randazzo y Miguel Pichetto.
Por la tarde, fue el bonaerense el que, en un extenso comunicado, también pidió por la unidad y dijo que no iba a quedar envuelto “en una guerra interna”.
“Quintela no es mi candidato, es un gobernador y un dirigente que viene enfrentando, con un coraje que no abunda, las políticas de Milei desde una provincia alejada de los medios y las redes porteñas. Es un error pensar que se trata de un dirigente al que yo ‘subo o bajo’, pero sobre todo es un gran error atacarlo. La lógica del sometido o traidor es una lógica que entró en crisis y que viene causando malos resultados”, escribió Kicillof.
En una parte de su exposición, envió un mensaje a La Cámpora, pero sin mencionar directamente a la agrupación que comanda Máximo Kirchner: “Últimamente sectores de nuestra fuerza política, con quienes a veces tengo diferencias pero también un recorrido común, afecto y coincidencias, han decidido criticarme mucho y acompañarme poco.
Sinceramente, me cuesta entenderlo pero no tuve ni tengo la necesidad de agredir a nadie para expresar el reclamo de un mayor respaldo al gobierno provincial. Sobre quienes forman parte del gabinete, estoy orgulloso del trabajo que vienen haciendo y que deseo que sigan realizando”.
“Por favor, encontremos la unidad y dejemos de reproducir metodologías y conductas que nos trajeron hasta acá. Que nadie espere de mí que libre una guerra interna, la historia no nos lo perdonaría y el futuro tampoco. Cristina está en el corazón del pueblo, también en el mío y no tengo que rendir examen de ese sentimiento”, concluyó.
Fuente: Infobae