El papa Francisco denunció hoy en su último acto público en Bari la tragedia inhumana en Siria e hizo un llamamiento para que "cese el ruido de las armas y se escuche el grito de los indefensos".

Francisco participó en Bari del encuentro de obispos del Mediterráneo, en la Basílica de San Nicolás.

"Mientras estamos reunidos aquí para rezar y reflexionar sobre la paz y el destino de los pueblos que bordean el Mediterráneo, al otro lado de este mar, particularmente en el noroeste de Siria, se está produciendo una inmensa tragedia", manifestó el sumo pontífice citado por Europa Press.

El Papa denunció el horror de la guerra en Siria que ya lleva nueve años y obligó a más de un millón de personas a abandonar sus hogares y buscar refugio en campos de desplazados, mientras que criticó a "los actores involucrados y a la comunidad internacional" por guardar "silencio sobre el ruido de las armas", mientras muchos "lloran las lágrimas de los pequeños y los indefensos".

Más de 5,5 millones de sirios ya escaparon del país y se refugiaron -en su mayoría- en países vecinos, mientras que más de 6 millones -entre ellos dos millones y medio de menores- no lograron o no pudieron cruzar las fronteras y buscaron refugio dentro del país desde que empezó la guerra en marzo de 2011, según informó Acnur, la agencia de la ONU para refugiados.

El Papa urgió a "dejar de lado los cálculos e intereses para salvaguardar la vida de los civiles y los muchos niños inocentes que están pagando las consecuencias".

En total, más de la mitad de la población que vivía en Siria antes de empezar la guerra tuvo que abandonar sus hogares para escapara de los combates, los bombardeos aéreos y de ataques químicos.


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