Lo que hace unos meses era una oscura premonición se hizo trágicamente realidad: el mundo acaba de superar los diez millones de casos y los 500.000 muertos por coronavirus desde el comienzo de la pandemia en diciembre pasado.

Según los datos de la universidad norteamericana Johns Hopkins, la fuente más consultada en tiempo real sobre el avance de la pandemia, el mundo alcanzó esa doble y temida estadística tras una escalada en los últimos días en distintos países del globo que superaron sus propios récords y dispararon los números a niveles inauditos.

Estados Unidos tiene 2.590.000 casos y 128.000 muertos, un balance que ya superó la marca más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.

Los expertos estiman que la cifra real es mucho mayor, debido en parte a una cantidad insuficiente de pruebas y a que se está volviendo cada vez más claro que un número significativo de personas que están infectadas no desarrollan síntomas.

Más de 30 estados ven cómo se incrementan día tras día los casos confirmados de Covid-19, cifras que aumentan de forma general en todo el país. Al menos once estados dieron marcha atrás en los planes de reapertura de sus territorios por el repunte de casos.

Se trata de Arizona, Arkansas, Delaware, Idaho, Luisiana, Maine, Nevada, Nuevo México, Carolina del Norte, Texas y Florida, este último convertido en el foco más importante de nuevos casos del país . Y la crisis se está acelerando.

Brasil registra el segundo mayor número de casos y muertes después de Estados Unidos, con casi 1,3 millones de personas infectadas y 57.000 fallecidas. Igual que Estados Unidos, los expertos dicen que la realización de un número relativamente bajo de pruebas de detección supone que los números reales serían mucho más elevados.

Brasil llegó a un acuerdo para producir hasta 100 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la universidad británica de Oxford, que el país está ayudando a probar tras haber tenido una de las peores gestiones de la crisis por el rechazo del presidente Jair Bolsonaro a restringir el movimiento económico y la vida social.

También Perú, Chile, México y Ecuador registran decenas de miles de casos y, sobre todo, una escalada que desbordó o puso al límite los sistemas sanitarios, y que sitúa la ansiada meseta u aplanamiento de la curva en un horizonte todavía lejano.

Rusia es el tercer país con mayor número de casos (634.000 y 9000 muertos), pese a lo que el presidente Vladimir Putin dispuso la semana pasada la celebración de un desfile militar por un nuevo aniversario de la victoria de la Unión Soviética contra la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. También alentó la realización de un referéndum constitucional que le permita extender su permanencia en el poder hasta 2036, dos eventos multitudinarios.

Los casos confirmados de coronavirus en la India, el segundo país más poblado del mundo, superaron los 500.000 luego de registrar un nuevo récord el viernes. El aumento sostenido llevó a las autoridades del estado de Assam a poner bajo una cuarentena total de dos semanas a la capital estatal, Gauhati, donde se registraron 700 casos en cuatro días, la más reciente de la multiplicidad de medidas destinadas a contener la enfermedad.

Europa, donde países como Gran Bretaña, Italia, España y Francia estuvieron entre los más golpeados del mundo en las primeras etapas de la crisis fuera de China , entró en un proceso de reapertura gradual pero con el temor latente de una segunda ola cuando la primera no fue completamente neutralizada y sigue generando casos.

Todo estaba bajo control en China, según las autoridades, luego de haber sido la cuna de la pandemia. El país de 1400 millones de habitantes registra oficialmente 83.483 casos y 4634 muertes desde que el virus fue detectado en la ciudad de Wuhan .

Pero dos semanas atrás la ciudad de Pekín fue mudo testigo de un inesperado repunte de casos en un mercado del centro y sus zonas aledañas. Las autoridades clausuraron temporalmente el mercado, volvieron a cerrar todas las escuelas y pusieron bajo cuarentena total decenas de complejos residenciales. Pero el brote, aunque más leve, se mantiene.

Ninguno de los 20 millones de residentes de Pekín puede salir de la ciudad si no tiene un test de Covid-19 negativo realizado dentro de los siete días previos.

Y si América Latina se volvió desde hace un mes el epicentro de la pandemia, con Brasil cómodamente a la cabeza, crece el temor entre los especialistas de que otras zonas vulnerables del mundo se incorporen a la carrera desbocada de casos.

África superó los 350.000 casos confirmados de coronavirus tras registrar unos 50.000 en los últimos seis días , en medio de un fuerte avance de la enfermedad en Sudáfrica, el país más afectado del continente.. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de África indicó que los contagios alcanzaron los 359.408, así como 9283 muertos. La región más afectada es el sur del continente, que ya roza los 130.000 contagios , la inmensa mayoría de ellos en Sudáfrica.


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