

Sin dudas que cuando decimos Ciudad Limpia no hablamos de unipersonales ni individualidades, esta Fundación significa: muchos, todos, cantidades innumerables de personas que acuden a uno o más desafíos. Así que hoy, ante este niño curado o sanado, no se puede hablar de méritos individuales o particulares. Es gracias a todos los que juntaron tapitas, cartones, botellas, obras de arte, materiales y algo muy valioso que es el "tiempo" que le dedicaron a este enorme proyecto de tener a 1000 kilómetros de la Capital Federal una Casa de Recuperación de Pediatría tan buena y eficiente como la Casa Garrahan de Buenos Aires.
Hoy son muchos los que pueden decir que hemos salvado una vida y sin dudas... vamos por más.