La diferencia entre importaciones y exportaciones está generando un amplio déficit. Foto: Ilustración
La diferencia entre importaciones y exportaciones está generando un amplio déficit. Foto: Ilustración

El déficit comercial de nuestro país se sigue profundizando. En agosto alcanzó un nuevo récord: U$S 1.083 millones, el mayor desequilibrio en el período del actual gobierno. Según informó el Indec, en ese mes se registraron exportaciones por U$S 5.228 millones, mientras que las importaciones totalizaron U$S 6.311 millones. En los ocho primeros meses del año, el saldo negativo ya alcanza los U$S 4.498 millones.

El rojo (que ya parece bordó) en la balanza comercial se explica por la diferente velocidad con la que crece cada rubro. Las ventas argentinas al mundo bajaron un 9,2% interanual, con caídas tanto en precio como en cantidad. En el acumulado enero-agosto, sin embargo, el ritmo es similar: se exportó por U$S 38.528 millones, apenas 0,1% menos que en el mismo período de 2016. La diferencia se da en las mercaderías ingresadas, que en lo que va del año totalizan U$S 43.026 millones, con una suba interanual de 16,8%. En agosto, particularmente, las importaciones sumaron U$S 6.311 millones, la cifra más alta de los 20 meses de la gestión Cambiemos. En la comparación con el mismo mes del año pasado la suma es 24,9% mayor, con subas tanto en precios (+4,4%) como en cantidades (+19,7%).

La composición de los bienes y servicios muestra las características del intercambio comercial. El 65% de las exportaciones argentinas se deben al sector primario y a las manufacturas de origen agropecuario. A la inversa, el 67,9% de las importaciones corresponde a bienes intermedios y de capital, sus piezas y accesorios, que suelen tener un mayor valor agregado extranjero y por ende precios más caros.

En cuanto al desagregado por país, la relación económica con Brasil dejó en agosto un déficit de U$S 893 millones; con China, de U$S 810 millones y con Estados Unidos, U$S 411 millones. Esos son los tres principales socios comerciales de nuestro país: allí se envía el 29% de nuestras exportaciones y es el origen del 57,5% de nuestras compras.

Este fue el octavo mes consecutivo de saldo negativo en la estadística. De mantenerse la tendencia, corre riesgo de caer la marca de 1994, que había sido el año de mayor desequilibrio comercial en toda la historia económica de nuestro país (U$S 5.751 millones). Sin embargo, en la visión del equipo económico este hecho no es tan grave. En el reciente mensaje al Congreso, en ocasión de presentar el proyecto de Presupuesto 2018, se puntualiza que “el aumento de las importaciones refleja la recuperación de la actividad y de la inversión” y por eso se prevé que el déficit siga creciendo en los próximos años. De todas maneras, el pronóstico formulado en esa comunicación, que contemplaba un rojo de U$S 4.500 millones para el año en curso, está a punto de ser desbordado en apenas ocho meses.

Fuente: Tiempo Argentino

 

 

 

 


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