Alrededor de 2030, diez años antes de lo estimado, se puede alcanzar el umbral de +1,5 ºC, con riesgos de desastres “sin precedentes” y con consecuencias “irreversibles” para la humanidad, como la subida del nivel del mar, alertaron este lunes expertos de las Naciones Unidas en un informe.

A menos de tres meses de la cumbre del clima COP26 en Glasgow, Reino Unido, los expertos del IPCC, el organismo de Naciones Unidas que estudia el clima, responsabilizaron al ser humano por estas alteraciones, lo que es “inequívoco”, y advirtieron de que no hay otra opción que reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

El primer informe de evaluación del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático en siete años, adoptado el viernes por 195 países, analiza cinco escenarios de emisiones, del más optimista al más pesimista.

En todos ellos, la temperatura del planeta alcanzaría el umbral de +1,5 ºC respecto a la era preindustrial alrededor de 2030, diez años antes de lo previsto en la estimación de 2018.

Esto supondría el fracaso del Acuerdo de París, que pretendía limitar el calentamiento por debajo de los +2 ºC, o de +1,5 ºC si fuera posible.

El planeta ya ha alcanzado los +1,1 ºC y empieza a constatar sus consecuencias: fuegos que arrasan el oeste de Estados Unidos, Grecia o Turquía, diluvios que inundan Alemania o China, termómetros que rozan los 50 ºC en Canadá.

“Si piensan que esto es grave, recuerden que lo que vemos ahora es solo la primera salva”, dice Kristina Dahl, de la organización Unión de Científicos Preocupados (UCS), citada por la agencia AFP.

Algunos impactos del cambio climático son “irreversibles”, como la subida del nivel del mar, se indicó.

Incluso limitando el calentamiento a +1,5 ºC, olas de calor, inundaciones y otros eventos extremos aumentarán de forma “sin precedentes” tanto en su magnitud, frecuencia, ubicación o momento del año en que ocurren, advierte el IPCC.

INFORME

 

“Estabilizar el clima precisará de una reducción fuerte, rápida y sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero para alcanzar la neutralidad de carbono”, insiste Panmao Zhai, copresidenta del grupo de expertos que elaboró la primera parte de esta evaluación del IPCC.

La segunda parte, prevista para febrero de 2022, mostrará el impacto de estos cambios y cómo la vida en la Tierra se verá irremediablemente transformada en 30 años, incluso menos, según una versión preliminar obtenida por AFP.

 

“Este informe debe poner fin al carbón y las energías fósiles antes que destruyan nuestro planeta”, reclamó el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.

Ante la necesidad de reducir a la mitad las emisiones antes de 2030 para cumplir con los +1,5 ºC, todos las miradas apuntan a la cumbre de dirigentes mundiales en Glasgow en noviembre.

“No hay tiempo para esperar, ni lugar para excusas”, insistió Guterres.

Por ahora, solo la mitad de los gobiernos revisaron sus objetivos iniciales de reducción de emisiones.

Los compromisos adoptados tras el Acuerdo de París de 2015 conducirían a un aumento de +3 ºC. Eso en caso de respetarse, porque el ritmo actual lleva a +4 ºC o +5 ºC.

Entre estas sombrías proyecciones, el IPCC aporta un resquicio de esperanza.

En el mejor escenario, el calentamiento podría volver al umbral de +1,5 ºC si se reducen drásticamente las emisiones y se absorbe más CO2 del que se emite.

Pero las técnicas que permiten recuperar a gran escala el CO2 en la atmósfera todavía se están investigando, apunta el IPCC.

El informe indica que algunas consecuencias ya son “irreversibles”.

El deshielo de los polos hará que el nivel de los océanos siga aumentando durante “siglos, o milenios”.

El mar, que ya ha crecido 20 centímetros desde 1900, todavía podría avanzar medio metro más para 2100 aunque se mantenga el calentamiento a +2 ºC.

“Parece lejano, pero millones de niños ya nacidos todavía vivirán en el siglo XXII”, señala Jonathan Bamber, autor del informe.

Por primera vez, el IPCC no descarta la llegada de “puntos de inflexión”, eventos irreversibles poco probables pero de dramático impacto, como el deshielo del casquete glaciar de la Antártica o la muerte de la selva del Amazonas.

Esto no es motivo para tirar la toalla, justo lo contrario, porque cada fracción de grado cuenta, dicen científicos y activistas.

“No estamos condenados al fracaso”, asegura Friederike Otto, una de las autoras.

“No dejaremos que este informe se quede en un estante (...) Lo llevaremos con nosotros a los tribunales”, advierte Kaisa Kosonen, de Greenpeace.

GUTERRES EXIGE A LOS PAÍSES MEDIDAS “RÁPIDAS Y DRÁSTICAS”

Ante esta “alarmante situación”, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha exigido a los políticos que tomen medidas “rápidas y drásticas”. “Las campanas de alarma son ensordecedoras y la evidencia es irrefutable”, ha sentenciado.

En sus palabras, este informe debe ser una “sentencia de muerte” para el carbón y los combustibles fósiles, antes de que “destruyan” el planeta. “Si combinamos fuerzas ahora, podemos evitar una catástrofe climática”, ha asegurado.

De este modo, Guterres ha hecho un llamamiento a los países ricos y los bancos de desarrollo para que proporcionen más dinero para la adaptación al cambio climático en las partes más pobres del mundo. “Se debe cumplir la promesa de recaudar 100.000 millones de dólares al año”, ha dicho.

En cuanto al derretimiento de los polos, el IPCC advierte de que los glaciares continuarán derritiéndose durante décadas o siglos, mientras que durante el siglo XXI la capa de hielo de Groenlandia es “prácticamente seguro” que continúe derritiéndose y es “probable” que ocurra lo mismo con la capa de hielo de la Antártida.

Sobre el aumento del nivel del mar, los científicos prevén que el aumento continúe durante todo el siglo XXI y que los fenómenos extremos del nivel del mar que ocurrieron una vez por siglo en el pasado podrían ocurrir anualmente en varias localizaciones en 2100.

Por otro lado, el informe incide en que, con “alta probabilidad”, un calentamiento de 1,5 grados “intensificará” las fuertes precipitaciones e inundaciones en África y Asia. Este incremento de las precipitaciones e inundaciones tiene una probabilidad de “media a alta” en América del Norte y “media” en Europa. En este sentido, los científicos prevén que la magnitud del cambio en las próximas décadas aumentará a medida que aumenten las temperaturas.

Asimismo, el documento resalta la “alta probabilidad” de que las precipitaciones del monzón aumenten a medio y largo plazo, especialmente en el sur y sudeste de Asia, el este de Asia y África occidental, excepto en el extremo occidental del Sahel.

En referencia a las sequías, el IPCC prevé que, a 2 grados de calentamiento global o más, varias regiones de África, América del Sur y Europa sufrirán un aumento en la frecuencia y/o severidad de las sequías agrícolas y ecológicas con una probabilidad “media a alta”. También se prevén aumentos de las sequías en Australasia, Centroamérica, Norteamérica y el Caribe con una probabilidad “media”.

En cuanto al aumento de las temperaturas de las ciudades, los científicos advierten de que una mayor urbanización unida a fenómenos de calor extremo más frecuentes “aumentará la severidad de las olas de calor”. Los expertos destacan que las ciudades costeras también pueden sufrir más inundaciones debido al aumento del nivel del mar y precipitaciones más torrenciales.

GRETA THUNBERG

La activista sueca Greta Thunberg ha señalado que el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicado este lunes 9 de agosto no contiene “sorpresas”.

“El nuevo informe del IPCC no contiene sorpresas, confirma lo que ya sabemos de miles de estudios e informes anteriores: que estamos en una emergencia”, ha sentenciado la joven activista climática en una publicación en su cuenta de Twitter, recogida por Europa Press.

El sexto Informe de Evaluación sobre Cambio Climático, que se compone de tres partes y de un informe de síntesis, publicado por el IPCC, responsabiliza a los seres humanos de que el cambio climático esté afectando a todas las regiones habitadas del mundo y provocando que los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, fuertes precipitaciones, sequías y ciclones tropicales, se vuelvan más frecuentes.

Para la activista sueca, el nuevo informe del IPCC es un resumen “sólido pero cauteloso” de los mejores datos científicos disponibles en la actualidad. “No nos dice qué tenemos que hacer, depende de nosotros ser valientes y tomar decisiones basadas en la evidencia proporcionada en estos informes”, ha subrayado.

“Aún podemos evitar las peores consecuencias, pero si no continuamos como hasta ahora, sin tratar la crisis como una crisis”, ha sentenciado Thunberg.

La investigación revela que el calor extremo, incluidas las olas de calor, se ha vuelto “más frecuente e intenso” en la mayoría de las regiones de la Tierra desde la década de 1950, mientras que el frío extremo, incluidas las olas de frío, se ha vuelto “menos frecuente y severo”.

Los expertos en clima que han realizado el informe, que se entregará en cuatro partes hasta 2022, relatan que los episodios de precipitaciones extremas han ocurrido con más frecuencia e intensidad en la mayor parte del área terrestre desde 1950.

Además, la investigación destaca que los ciclones tropicales importantes han aumentado durante las últimas cuatro décadas y la latitud donde los ciclones tropicales en el Pacífico Norte occidental alcanzan su máxima intensidad se haya desplazado hacia el norte.


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