“Qué loco, al parecer hubo un malentendido. Yo quise comprar 4 pasajes a Florianópolis y los de @Aerolineas_AR me quisieron vender un avión”.

Ese es el texto que acompaña el tweet de Nano Torres (@quehaceschori), un usuario de la red social, que muestra la operación para cuatro tickets desde Córdoba a Florianópolis (con una escala) el 1 de febrero de 2023 con regreso el 17 de ese mes (con dos escalas). El costo total es de $1.212.976.

El detalle del monto marca que los pasajes de dos adultos suman $324.300; los de dos menores, $245.340 y el ítem “impuestos, tasas y cargos”, $643.336. 

Es decir, más que el precio de los tickets. Ya está incluido el impuesto PAIS y la percepción a cuenta de Ganancias y Bienes Personales; el primero es un recargo del 30% y el segundo, pasó de 35% a 45% a mediados de julio último.

Si se tomara el monto total al dólar oficial, el precio de los cuatro pasajes suman US$8.863, el equivalente a lo que en prepandemia eran nueve tickets aéreos a Europa; al tipo de cambio “turista” son US$ 4.915.

Consultada Aerolíneas Argentinas al respecto, la respuesta fue que, efectivamente, “ese es el precio” de la tarifa al que se agregan los impuestos.

Este jueves, este diario hizo el mismo ejercicio de compra y el total sumó $1.654.083,20: $876.140 de tarifa y $777.943 de impuestos. En una semana, $438.000 más, aproximadamente el 30%.

Fernando Dozo, especialista en líneas aéreas, dijo que, por un lado, en cuanto a los precios, hay una “suba generalizada” de los pasajes debido en parte al incremento del precio del combustible como consecuencia de la invasión rusa a Ucrania y a la inestabilidad general creada por ese conflicto.

La misma operación, una semana después, sumó $400.000 de aumento.
La misma operación, una semana después, sumó $400.000 de aumento.

En el caso específico de la ruta elegida por el usuario, señala que la política de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) “ha sido no impulsar la recuperación de la conectividad de las ciudades del interior con puntos en el exterior, lo que sumado a la crisis económica y social que atraviesa la Argentina ha desalentado a las empresas a reiniciar operaciones en el país, particularmente al interior”.

“Obviamente -agrega- esto permite a la empresa estatal determinar los niveles de precios altos dado que no existe competencia”.

Dozo apunta que, en cuanto a la carga impositiva, es la política de “disuasión económica” de los viajes al exterior de los residentes por el impacto del turismo emisivo en la balanza de pagos argentina.

Si en el caso del tweet se tomara la tarifa base, los cuatro pasajes costarían $569.640, lo que a dólar “turista” son US$2373. Febrero es temporada alta, pero así y todo hay una suba con respecto a la pre pandemia.

De todos modos, los expertos indican que las compañías tienen “libertad” para fijar precios por lo que evitan opinar sobre el establecido por Aerolíneas Argentinas.

Las líneas aéreas repusieron algunas conexiones internacionales desde el interior del país, pero muchas vuelven en función de la temporada turística y se anuncian más cerca de la fecha.

Otras todavía no se recuperaron. Hay menos conectividad internacional sino también local respecto a la prepandemia.

Desde la Cámara de Compañías Aéreas en Argentina (Jurca) indicaron a este diario que mantienen su reclamo respecto de la “serie de impuestos sobre el valor de la tarifa” de los pasajes aéreos.

Al 30% del Impuesto PAIS y al 45% de Percepción le agregan el 7% de DNT (impuesto de Turismo).

Otro reclamo que mantienen es que las empresas aéreas pagan 1,2% del Impuesto al Cheque “por cobrar al pasajero y darle la plata al Estado. Es insólito”.

“Si al precio total de un ticket se le saca el 82% adicional de carga tributaria, el costo tiene otro color”, admiten desde Jurca aunque también reconocen que los valores en general están más altos. Reiteran que los impuestos terminan “desalentando la demanda”.

Fuente: La Nación


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