El gobierno autónomo palestino y la comunidad internacional fustigaron a la administración estadounidense del presidente Donald Trump por su decisión de dejar de considerar ilegales las colonias de Israel en los territorios que ocupa en Palestina.

Por el contrario, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, celebró la "histórica" decisión y se manifestó "muy conmovido" por el anuncio, que fue hecho ayer por el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.

La ONU, la Unión Europea (UE) y Rusia subrayaron que la iniciativa no cambia la realidad de que los asentamientos israelíes son ilegales, mientras que la Liga Árabe condenó la medida unilateral, que revierte décadas de política exterior estadounidense.

Pompeo explicó que, luego de realizar consultas legales, Washington concluyó que el establecimiento de las colonias "no fue, per se, incompatible con la ley internacional", y que confía en las decisiones al respecto los tribunales de Israel.

La decisión deja a Estados Unidos a contramano de virtualmente todo el resto de la comunidad internacional y desconoce resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que declara ilegales los asentamientos construidos en los territorios palestinos ocupados.

La Justicia israelí, sin embargo, ha declarado legales a la mayoría de las colonias más grandes.

La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos dijo que "el cambio de posición política de un Estado no modifica las leyes internacionales, ni las interpretaciones que de ellas han hecho la Corte Internacional de Justicia y el Consejo de Seguridad de la ONU".

La UE reiteró que sigue considerando ilegal toda actividad de colonización israelí en Palestina.

Netanyahu saludó la decisión al visitar hoy el bloque de asentamientos de Gush Etzion, en Cisjordania, al sur de Jerusalén.

"Aquí estamos en un día histórico con otro logro tremendo para el Estado de Israel", dijo ante autoridades de los asentamientos, según un comunicado emitido por su oficina.

"La administración Trump ha corregido una injusticia histórica y se ha alineado con la verdad y la justicia", agregó, citado por CNN.

Más de 600.000 israelíes viven en colonias en Cisjordania y Jerusalén este, entre más de 3 millones de palestinos.

Israel tomó control de esos territorios, que los palestinos reclaman para fundar un Estado independiente, en una guerra contra países árabes en 1967.

Los asentamientos son uno de los asuntos más difíciles de resolver del conflicto que desde hace décadas enfrenta a israelíes y palestinos.

El anuncio es el último de una serie de medidas a favor de Israel adoptadas por el gobierno de Trump, entre ellas el reconocimiento de la disputada Jerusalén como capital de Israel.

Analistas sostienen que envalentonarán aún más al movimiento colonizador israelí y que podrían dificultar acciones legales contra Israel.

La Liga Árabe habló de un "acontecimiento extremadamente adverso".

El gobierno autónomo palestino -que ha acusado a Estados Unidos de sesgo proisraelí y descartado a Washington como mediador en caso de que algún día se retomen las conversaciones de paz- pidió una reunión urgente de la Liga Árabe.

Egipto e Israel, los dos únicos estados árabes que han firmado tratados de paz con Israel, criticaron también agriamente el cambio de política estadounidense.

El canciller jordano, Ayman Safadi, advirtió de "consecuentes peligrosas".

El negociador en jefe de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Saeb Erekat, dijo que la ANP tomará medidas para rechazar la decisión de Estados Unidos, incluyendo convocar un debate en el Consejo de Seguridad.

"Vamos a ir a la Asamblea General (de la ONU) y vamos a pedir a la Corte Internacional de Justicia que abra una investigación judicial oficial", agregó.

El giro de Estados Unidos fue interpretado como un intento de cambiar el contexto legal de una serie de demandas y denuncias abiertas contra Israel.

La máxima instancia judicial de la UE falló la semana pasada que los países del bloque deben identificar con etiquetas los productos provenientes de colonias israelíes en Palestina.


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