Donald Trump hizo un alto de un día en sus vacaciones en Nueva Jersey para viajar a Washington, donde finalmente repudió el accionar de grupos supremacistas blancos, tras los trágicos hechos en Charlottesville el fin de semana. Son "repugnantes",dijo.
Bajo una lluvia de críticas y presionado por diversos sectores para que se pronunciara con vehemencia contra los grupos racistas, Trump cedió al pedido dos días después de que un hombre atropellara con su auto a un grupo que protestaba contra una marcha de supremacistas blancos. Una mujer murió y 19 personas resultaron heridas.
Apenas sucedieron los hechos el sábado, el presidente reaccionó tibiamente repudiando la violencia "de muchas partes", desatando una ola de críticas.
Hoy, al llegar a Washington la prensa le preguntó literalmente a los gritos sobre los trágicos hechos en Charlotesville con supremacistas blancos. Pero el presidente se negó a responder.
Trump se limitó a saludar con la mano, ignorando las preguntas de los medios, que querían saber si condenaba a los grupos supremacistas y el accionar de los neonazis.
La declaración del presidente vendría poco después adentro de la Casa Blanca y en un estrado, en el Salón Diplomático. La declaración debía tener carácter grave y oficial. "El racismo es el mal", afirmó.
Y consideró que los grupos racistas son "criminales y matones".
"El racismo es el mal y aquellos que causan violencia en su nombre son criminales y matones, incluyendo el KKK, los neonazis, los supremacistas blancos y otros grupos de odio que son repugnantes a todo lo que queremos en Estados Unidos", dijo.