Con el objetivo de mitigar el impacto económico súbito y generalizado en distintos sectores no esenciales durante la pandemia de coronavirus, las diputadas provinciales del bloque CER, Elida Cuesta, Andrea Charole y María Elena Vargas, presentaron un proyecto de ley que estipula la implementación de un subsidio económico de carácter excepcional y único de entre $10 mil y $50 mil para establecimientos, locales y servicios que no hayan sido incorporados en ninguna de las medidas económicas de apoyo al sector productivo, y que no fueron exceptuadas como actividades en ninguno de los decretos nacionales y provinciales de administración del aislamiento social, preventivo y obligatorio de la emergencia por Covid-19.

La iniciativa de las legisladoras está dirigida a gimnasios de todos los rubros (fitness, artística funcional, musculación, rítmica individual, gimnasia aeróbica), así como centros de pilates y yoga; salas de baile y danzas; escuelas de artes marciales y boxeo; canchas de fútbol 5, paddle single, tenis single, atletismo individual y otros que se consideren.

Según este proyecto de ley, la autoridad de aplicación será el Ministerio de Producción, Industria y Empleo del Chaco, otorgando los subsidios de acuerdo a la categoría de monotributo de sus titulares. En las categorías A, B y C el subsidio será de $10 mil a $20 mil; en las D, E y F será de entre $20 mil y $30 mil; en las G, H e I de $30 mil a $40 mil; mientras que para monotrobutistas J, K y los responsables inscriptos los subsidios irán desde los $40 mil y $50 mil.

En sus fundamentos, las legisladoras del CER explicaron que las medidas preventivas adoptadas para combatir al coronavirus implicaron una extensa suspensión de las actividades que provocó una drástica contracción económica. “Esta iniciativa apunta a paliar el impacto de la crisis entre quienes no pudieron trabajar durante la cuarentena, ya que el riesgo hoy no son los despidos solamente, sino el cierre de los establecimientos”, explicó Cuesta.

La diputada Vargas manifestó, por su parte, que las proyecciones de crecimiento a corto plazo se encuentran en un manto de total incertidumbre, “por lo que esta ayuda no les solucionará los problemas, pero les permitirá poder seguir funcionando cuando finalice la cuarentena”.

Para finalizar, Charole aseguró que “esta pandemia pone de relieve la necesidad de impulsar iniciativas de cooperación, a fin de mitigar sus efectos, proteger a las poblaciones vulnerables y fortalecer la capacidad de estos establecimientos para prevenir situaciones similares en el futuro y enfrentarse a ellas”.


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