La Fundación Encuentro Por  la Vida: Cultura y Democracia Ambiental, advierte nuevamente sobre problemas graves en las obras de control del Río Guaycurú. Esta vez se trata de nuevas grietas encontradas, las cuales habrían sido “tapadas”, superficialmente con cemento para evitar así disimular las fallas.

A continuación se emite el comunicado completo que la fundación emitió al respecto:

Desde el inicio del Proyecto de Manejo de la Cuenca del Río Guaycurú – Iné hemos alertado de las inconsistencia técnicas, legales y administrativas con las que se han licitados las obras del mencionado proyecto. Las mismas han sido señaladas en artículos periodísticos, en acciones y denuncias administrativas y hasta en la propia Audiencia Pública, entre los años 2014 al 2015.

Las modificaciones introducidas a lo largo de estos años, luego de adjudicarse la licitación, son significativas y han profundizado los errores y deficiencias técnicas, legales y administrativas con que se gestiona un volumen de obras de aproximadamente 22 millones de dólares.

Desde mayo de este año hemos reclamado al Ministerio de la Producción, quien tiene a cargo la ejecución del proyecto, el acceso a los documentos técnicos y al proyecto ejecutivo de cada obra licitada  sin obtener dicha información. Cabe aclarar que nada de la documentación que se nos ha entregado responde a nuestra solicitud ni tiene el carácter de proyecto ejecutivo aprobado, como exige el pliego de licitación. Por ello hemos vuelto a reclamar en el mes de agosto. También hemos solicitado la intervención de la Defensoría del Pueblo en el mismo sentido y esta institución tampoco ha logrado respuestas de la Administración Provincial del Agua, desde mayo a la fecha.

En este momento se encuentran en inicio de ejecución la Obra de Control de entrada al sistema de embalse principal y parcialmente construidos 6 de los 7 diques previstos en el cauce del río Guaycurú, con aproximadamente un 20 a 40 % de ejecución.

Ninguna de las obras mencionadas cuenta con la aprobación de la Autoridad de Aguas que es la Administración Provincial del Agua. O como mínimo, se nos ha ocultado dicha información.

Hemos esperado el suficiente tiempo, para que nuestra denuncia pública no entrara en el período electoral, que pudiera distorsionar el contenido de nuestros argumentos.

Por la gravedad de la actual situación, que hemos constatado en el terreno, nos vemos en la necesidad de alertar a las máximas autoridades de la Provincia y de la Nación.

En las Obras de Control (diques) nº 1, 2, 3 y 4 se observan grietas verticales en los muros de hormigón, que aún se encuentran sin tener el volumen total y altura de diseño previsto. Han existido intentos de ocultar estas grietas, revistiendo las mismas con cemento, pero las grietas han vuelto a activarse por el hundimiento de los suelos.

 

Es de sentido común, que cuando las obras se llenen con agua, se activarán y profundizarán las grietas detectadas, que se encuentran el centro mismo de las obras mencionadas.

No es que con una lechada de cemento  se ha de solucionar el problema de las grietas, solo se lo oculta para que las obras no sean rechazadas y así poder hacer las certificaciones mensuales de las mismas.

 

El dique que había ejecutado la Administración Provincial del Agua en el río Guaycurú, a la altura de Fortín Lavalle, se rompió pues el río erosionó la margen izquierda, haciendo colapsar el total de la obra y esto ante la primera crecida del río. Los nuevos diseños no han tomado en cuenta este antecedente, por lo cual es de toda lógica, pensar que puede ocurrir lo mismo.

Si se continúan las obras, sin atender seriamente estas primeras señales de asentamientos por falta de sustentabilidad de los suelos o fallas de diseño en sus fundaciones, será tarde. ¿En ese momento veremos quién se hace responsable. ¿Será la Nación, con su equipo de proyectos de la Unidad de Cambio Rural, que habilita los pagos de los certificados y licitó las obras sin proyectos ejecutivos aprobados por la Autoridad del Agua? ¿Será la Provincia que debe cumplir con el mandato Constitucional de los estudios previos de impacto ambiental de cada obra?

La Naturaleza está hablando muy claro. Si se opta por no escuchar las señales que está dando, volveremos a cometer los mismos errores que colapsaron el dique del Río Negro en el 1982 o que obligaron a poner 900 columnas de hormigón por debajo del Dique de Laguna Blanca en 1997, para que no colapsara.

Aquí las responsabilidades estarán compartidas entre Nación y Provincia y estas no se pueden delegar. La opinión pública y la Sociedad merecen una rápida respuesta y una acción contundente para evitar a tiempo el desastre anunciado.

 


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