El mundo del automovilismo, y en especial el fanático argentino, está expectante del futuro de Franco Colapinto. Pasan los días, siguen sobrevolando los rumores pero no hay ninguna certeza acerca de su continuidad en la Fórmula 1. Lo único claro es que, si desea competir en la máxima categoría, deberá cumplir un requisito indispensable.
El costo de la superlicencia varía considerablemente entre los competidores, dependiendo de su desempeño. Por ejemplo, Max Verstappen, tetracampeón mundial y líder del campeonato 2024 con 437 puntos, deberá desembolsar 1.063.501 dólares, siendo el más alto de la lista. Lando Norris, subcampeón y pieza clave para el título de McLaren en el Campeonato de Constructores, abonará 911.899 dólares, mientras que Charles Leclerc desembolsará 868.376 dólares tras finalizar tercero con Ferrari.
En el extremo opuesto, los debutantes como Gabriel Bortoleto (Sauber), Isack Hadjar (Racing Bulls) y Kimi Antonelli (Mercedes) abonarán el mínimo requerido, fijado en 11.915 dólares. Este grupo incluye a pilotos que aún no sumaron puntos en la Máxima.
La superlicencia no solo exige el pago correspondiente, sino que también implica cumplir ciertos requisitos, como acumular al menos 40 puntos en categorías como Fórmula 2 o Fórmula 3 en tres años, contar con una licencia internacional válida y haber completado 300 kilómetros de pruebas en un monoplaza de Fórmula 1. Así, la FIA regula estrictamente el acceso a la competencia más prestigiosa del automovilismo.