El 8 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Mujer, una fecha no solamente para promover la igualdad de derechos y el respeto en todos los campos, sino también para tomar conciencia sobre prevención en materia de salud.

Hoy en día, hay enfermedades que si bien, en algunos casos, no son solamente para el género femenino, sí suelen tener mayor incidencia. Por eso, es muy importante tener información sobre cada una de ellas.

La Dra. Valeria El Haj, directora médica de vittal, describe los síntomas y las prevenciones necesarias para evitar estas enfermedades.

Acá, las 8 afecciones más frecuentes:

1) Cáncer de cuello uterino

Es una clase de tumor causado por algunos tipos de VPH, virus que puede ser contraído tanto por mujeres como varones. En el caso de las mujeres, se trata de una infección que afecta a entre el 50 y el 80%. La mayoría de las veces, el virus desaparece solo sin dañar la salud de la persona, pero si la infección persiste puede producir lesiones en su cuello uterino que con los años podrían derivar en cáncer. Dado que pueden pasar hasta 10 años antes de que las lesiones pre-cancerosas se conviertan efectivamente en cáncer, con los controles adecuados éste se puede prevenir.

Existen dos herramientas para la prevención de este tipo de cáncer disponibles de manera gratuita en los centros de salud y hospitales públicos del país: el PAP y la vacuna contra HPV. En el caso de ésta última, está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación de Argentina para todas las niñas y niños de 11 años.

2) Cáncer de mama

Esta enfermedad se puede prevenir y/o detectar a tiempo con controles anuales de mamografías, a partir de los 40 años o cuando el ginecólogo lo indique, que deben ser complementarios al autoexamen mensual.

3) Diabetes

Es una patología que suele ser más habitual en mujeres, pudiendo causar problemas en el corazón, el cerebro, los ojos, los pies, los riñones, los nervios y otras partes del cuerpo. Con un análisis de rutina muy sencillo se puede establecer la presencia de azúcar alta en la sangre.

4) Infecciones de transmisión sexual

Las infecciones de transmisión sexual pueden hacer difícil embarazarse, afectar a un futuro bebé y causar otros problemas. Es por eso que se recomienda a las mujeres sexualmente activas que se efectúen con periodicidad pruebas de detección de clamidia, gonorrea, HIV, etc.

5) Osteoporosis

Es el tipo más común de enfermedad ósea y aproximadamente la mitad de todas las mujeres mayores de 50 años tendrá una fractura de cadera, de muñeca o de vértebras durante su vida.

La nutrición es una de las vías más eficaces de impedir su avance, a partir de la ingesta de alimentos ricos en calcio, como la leche y derivados lácteos. A su vez, evitar el consumo excesivo de tabaco o alcohol y hacer ejercicio físico es muy importante, al igual que practicarse una Densitometría anual a partir de los 64 años. Por último, tomar sol en horas en que no haya riesgo de exposición a rayos ultravioletas también mejora los niveles de vitamina D.

6) Depresión- Ansiedad

No se deben menospreciar el desánimo, la tristeza, el abatimiento o el desinterés. Por el contrario, frente a estos escenarios, la consulta oportuna sirve para identificar el problema y, de ser necesario, prescribir el tratamiento correcto.

7) Sobrepeso y obesidad

Estas situaciones pueden ocasionar diabetes y enfermedades cardiovasculares. La mejor forma de identificarlas es conocer el índice de masa corporal (IMC). Para calcularlo, se debe dividir el peso por la altura al cuadrado. Un IMC entre 18.5 y 25 indica un peso normal, mientras que las personas con un IMC de 30 o más pueden estar obesas, lo cual demandaría un seguimiento inmediato con el médico de cabecera y un nutricionista.

8) Enfermedad cerebro vascular

Los factores de riesgo cardiovascular como el colesterol elevado, la hipertensión arterial, el tabaquismo, el sedentarismo y la obesidad son los mismos para hombres y mujeres, aunque otras condiciones como las hormonas, el embarazo, la salud reproductiva o el parto constituyen elementos propios de la mujer. En la Argentina, hay aproximadamente 80 mil casos de ACV por año, siendo las mujeres quienes más lo padecen.

La realización adecuada de controles y pruebas de detección permite encontrar enfermedades antes que haya síntomas, lo que brinda mejores oportunidades de recuperación en diversas patologías.


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