El arquero de un club de fútbol de la ciudad correntina de Santo Tomé murió como consecuencia de un balazo sufrido cuando caminaba hacia su casa.
La muerte de César Catalino Muñoz, de 24 años, ocurrió el jueves a la noche en una cortada cercana a la esquina de las calles 9 de Julio y Juan Velázquez del barrio Centenario.
Por el homicidio, la Policía realizaba una serie de investigaciones en procura de identificar al autor del disparo y establecer la circunstancia.
En principio, según trascendió, la víctima tenía consigo las pocas pertenencias que llevaba en ese momento. Por esto, presumen, no habría sido objeto de un robo o intento de robo.
Muñoz fue encontrado malherido en el suelo en un sector de poca iluminación. Serían dos menores quienes lo vieron tirado y alertaron a otros vecinos.
Con llamados al sistema de emergencias 101 pidieron presencia de la Policía, mientras en el hospital local recibieron solicitud de que concurra una ambulancia por una persona "grave".
Personal sanitario llegó a los pocos minutos, asistió al joven y realizó el traslado al hospital. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos perdió la vida. César era arquero en el Club San Lorenzo del Cerro y toda la comunidad deportiva de la ciudad quedó conmocionada.
Efectivos de Investigaciones dependientes de la Unidad Regional Quinta comenzaron a trabajar de forma intensiva junto a la Unidad Fiscal y al Juzgado de Instrucción a cargo de Sara Durand.
El resultado del estudio médico forense, según informaron a época, fue claro al comprobar que la causa de muerte de Muñoz fue el impacto de un proyectil de arma de fuego en el lado izquierdo del tórax.
Las fuentes consultadas explicaron que vecinos llamaron a eso de las 23:30 para reportar lo ocurrido.
Ante la falta de testigos directos los encargados de la pesquisa tomaron testimonio a tres menores de edad que estaban en las cercanías. "Fue una demora en procura de obtener información; los tres chicos fueron retirados por sus padres de la comisaría", indicaron.
Por otra parte hicieron un relevamiento de cámaras de seguridad instaladas en otras partes del barrio. En el sitio donde el joven fue baleado no hay dispositivos de filmación.
En tanto, el grupo de detectives indagaba sobre la vida del muchacho para saber si mantuvo algún problema con alguien.
Hasta anoche no había persona alguna demorada o detenida y en el sitio donde cayó herido de muerte realizaron los peritajes, levantamiento de rastros y otras tareas para intentar determinar cómo fueron los hechos.
Horas antes, por la tarde, se produjeron al menos dos allanamientos en viviendas de la ciudad siguiendo "una pista", sobre personas a las cuales habrían comprobado que estuvieron en alrededores al sitio del crimen. Para estos operativos fue desplegados un buen número de efectivos y los resultados no trascendieron.