En un partido golpe por golpe, Racing bajó la guardia una vez y lo pagó caro en la Copa Sudamericana: cayó 1-0 con Athletico Paranaense en Brasil por la ida de los cuartos de final y deberá remontar la serie el próximo jueves en el Cilindro de Avellaneda. La Academia tuvo sus chances e incluso le anularon un gol.

Brasil siempre resultó ser un territorio complicado y hostil para los visitantes, aunque eso poco le importó al equipo de Gustavo Costas. Con más empuje que ideas, dominó la pelota y asumió el protagonismo desde el primer minuto. A los diez tuvo una chance clara con el remate de Adrián Maravilla Martínez que fue desviado al córner por el arquero Mycael.

Un cuarto de hora después volvió a avisar con un tiro de esquina envenenado, una pelota peinada por Santiago Sosa y un puntinazo de Marco Di Césare que hizo exigir al N°1 brasileño, aunque la jugada terminó siendo invalidada por un empujón del argentino contra Agustín Canobbio.

A los 38, poco después de que Gastón Martirena reventara la parte exterior del arco, João Cruz, quien había ingresado por el lesionado Bruno Zapelli, se asoció con Canobbio y marcó un verdadero golazo para el 1-0 del Furacão, que hasta ese momento no había inquietado mucho a Gabriel Arias.

Antes de marcharse a los vestuarios, Racing llegó al 1-1 de la mano de Maximiliano Salas, pero el árbitro terminó anulando el empate por una posición adelantada de Maravilla antes de la asistencia.

En el complemento, la Academia, con un Juan Fernando Quintero sin demasiadas luces, intentó lastimar a través de la media y larga distancia, pero la oportunidad más clara fue un bombazo de Roger Martínez que fue desactivado por Mycael.

Esa aproximación albiceleste se dio luego de una notable doble atajada de Gabriel Arias, el gran responsable de que la derrota no haya sido más abultada. Con este 1-0 abajo, Racing se jugará la clasificación a las semifinales el próximo jueves en el Cilindro de Avellaneda con toda su gente.


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