La comparsa Los Nonos ya lleva más de cuatro años y más allá de lo que significa poder compartir, rescatar a los adultos de los mayores y mejorar claramente la calidad de vida, por otro lado también se observa una falta de reconocimiento por parte del Estado no solamente por no brindarles una sede para los ensayos más aptos que el que tienen actualmente, sino también de otorgarle un apoyo más permanente a sus actividades.
Visitaron a Primera Línea los fundadores y dos integrantes de la comparsa, que además son pareja de baile en categoría milonga.
Mario Falcón comentó que la iniciativa está englobada dentro de un programa provincial para trabajar con los adultos mayores, por lo que tiene un trasfondo de trabajo en salud física y emocional.
Actualmente se reúnen en la ex Casa Cuna, a la que llaman Casa de los Abuelos, (ubicada en Vedia 370), donde “las condiciones no son del todo aptas, porque nos falta acondicionar el lugar. Además de que dicen que lo van a derrumbar para construir edificios, y por eso no lo reparan. A nosotros nos queda bien porque es un punto céntrico y por eso seguimos trabajando ahí”.
Anteriormente ensayaban apenas una vez por semana, en el cuarto piso de la Casa de las Culturas, pero “parecería ser que a alguien le molestó y un día nos dijeron no pueden ensayar más acá porque hacen tumulto y esto ocupan mucha gente y nos ‘limpiaron de ahí’”.
Falcón lamentó que “ningún funcionario va a visitarnos”, ni siquiera para ver el trabajo que realizan con los jubilados a quienes sacan de la soledad y les ofrecen mejorar un mejor bienestar.
Sonia Cazzaniga, por su parte, explicó que se considera a la comparsa como un fenómeno, porque lograron instalar la categoría de Adulto Mayor en las competencias de fitness que se realizaban. “Empezamos hace tres años atrás, incursionamos en el fitness group y como no tienen la categoría adulto mayor, (solamente adulto), nosotros competimos con esa categoría y llegamos a la instancia nacional, ganamos la competencia y después llegamos el año pasado a la instancia internacional en Mendonza, que fue nuestro máximo logro”.
Ella se encarga de preparar las coreografías para que los integrantes de la comparsa luego la ensayen dos veces a la semana, lo que también trae inconvenientes porque “tienen problema de memoria y llegamos a un martes, después de un jueves y no se acuerdan de al córeo, por eso es un constante trabajar y trabajar”.
“El fenómeno más contundente que nosotros sentimos es la actitud de la gente. En Mendoza me apabulló el hecho de encontrarme con personas jóvenes arrodilladas”, remarcó.
En este aspecto, Falcón agregó que desde hace cuatro años seguidos que Ara Verá los invita a participar de su comparsa y que también llevan ya media provincia recorriendo localidades del interior porque quieren mostrarse como “un incentivo para otros adultos mayores”.
Lali Demaría asegura que empezó a trabajar con Mario y Sonia desde hace ya 10 años, en el grupo de teatro musical Papel Nonos y hoy no solamente forma parte de la comparsa, sino que es solista de baile junto con su compañero de toda la vida. “Quiero agradecer a estos dos soñadores que creyeron en nosotros porque le damos mucho trabajo: somos peor que criaturas, somos criaturas con experiencia”, afirmó.
Remarcó que si no fuese por la comparsa, nunca hubieran tenido la posibilidad de bailar en público, sueño que pudo conseguir ya de grane.
“Además de compartir en la comparsa, no sentimos ningún dolor, en ese momento es una alegría tremenda. Yo me siento re bien, no me duele nada”, confesó.
En tanto, Plácido Feliciano Ferreyra, (su compañero de toda la vida) alias “Percha”, además de ser bailarín, suele escribir poemas y antes formaba parte de una banda de jazz.
“Por lo general siempre le comentamos a la mayoría que vaya a ensayar porque hay gente que está aplacada. Por ahí aparece gente nueva y nos llegan a preguntar a dónde ensayan y los invitamos”, remarcó.
Los Nonos hoy en día cuenta con 35 personas a pesar de que les gustaría hacer participar a más, pero las cuestiones edilicias a veces hacen que esto sea imposible.
“Tenemos anotado un montón de gente que quiere venir pero el lugar es chico, es un poco incómodo pero igual el corazón es enorme y nosotros queremos invitar a todo el mundo, no solamente a mayores, sino también a quienes estén solos, que no se sienten bien, los invitamos a que vayan a tomar mate, donde va a encontrar una mano amiga, un abrazo, que es lo que se perdió lamentablemente”, insistió Falcón.
Según explicó, pretenden que el Estado les otorgue un programa para seguir trabajando y no depender “de fulano o mengano, sino que sea un verdadero Programa de adultos mayores, porque acá hay pensionados, gente que no tiene ni siquiera jubilación, que es activa, que viene y se siente bien”, pero todo lo hacen a pulmón.
Tal es el compromiso de los integrantes de la comparsa, que a los 70 años, salieron a comprarse máquinas de coser para poder modificar sus propios trajes de baile, siempre utilizando dinero de su propio bolsillo.
“Acá no está el Estado, las grandes empresas. Hasta hace un tiempo nos daban un viaje por año, pero este año está difícil. Nos tuvimos que pagar nosotros el colectivo, para dormir, para comer, todo fue de nuestro bolsillo, tal es así que todavía tenemos una deuda con una empresa” de transporte.
La comparsa tiene un reconocimiento de la Cámara de Diputados, de la Municipalidad de Resistencia, y además cuenta con la admiración de organismos gerontológicos de varias provincias por ser un espacio que brinda no solamente un lugar a los adultos mayores, sino también la posibilidad de que se mantengan activos y mejoren sus condiciones de vida.