Nueve meses después de que la muerte de George Floyd y el video de cómo un policía blanco lo asfixiaba arrodillándose sobre su cuello durante casi nueve minutos provocara una ola de protestas antirracistas en todo Estados Unidos, el caso finalmente llegará este lunes a los tribunales y promete volver a polarizar al país.

Floyd, un negro de 46 años, fue detenido el 25 de mayo de 2020 por un grupo de policías blancos frente a un almacén en el barrio de Powderhorn Park en la ciudad de Minneapolis. El dueño del negocio lo había acusado de pagar con un billete falso de 20 dólares.

Derek Chauvin, hoy un expolicia de Minnesota, lo tumbó en el suelo boca abajo y lo inmovilizó arrodillándose sobre su cuello, pese a que Floyd rogaba que le permitiera respirar y hasta gritó pidiendo por su madre de la desesperación.

Chauvin, un policía con 19 años de experiencia, lo ignoró y los policías, también blancos, que lo rodeaban no hicieron nada.

Floyd murió asfixiado y el video de esos casi nueve minutos se viralizaron y reavivaron la bronca y los reclamos que hace décadas -y siglos- dominan la cuestión racial en Estados Unidos.

El movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan) se organizó rápidamente y comenzó a convocara protestas en todo el país contra el racismo y la brutalidad policial.

Las protestas crecieron hasta que se convirtieron en el principal tema de la campaña presidencial y de la agenda política diaria del país, en gran parte por la reacción racista y represiva que provocaron, incluido desde el entonces presidente y candidato a la reelección, Donald Trump.

La polarización forzó incluso al candidato opositor y hoy presidente, Joe Biden, a hacer promesas concretas para reformar la policía, terminar con la supresión del voto y otros ejemplos de lo que reconoció como un "racismo estructural".

El juicio en Minnesota comenzará con la selección del jurado y todo indicará que el proceso será seguido de cerca por todo el país: contará con abogados estrella, se realizará bajo estrictas medidas de seguridad y se transmitirá en vivo.

La Oficina del Fiscal General del estado de Minnesota convocó a Neal Katyal, un exprocurador general interino que ha litigado ante la Corte Suprema, para ayudar a la Fiscalía con la acusación al expolicía Chauvin.

Katyal ya describió el juicio a Chauvin como un "caso criminal histórico, uno de los más importantes en la historia" de Estados Unidos.

El juicio podría ser largo, pero no hay dudas que el veredicto será esperado y podría provocar nuevas protestas de uno y otro lado. Solo un fallo unánime de los 12 miembros del jurado puede poner tras las rejas a Chauvin.

Los otros tres policías involucrados en la detención de Floyd son Alexander Kueng, Thomas Lane y Tou Thao, y aunque todos fueron despedidos de la fuerza, enfrentarán cargos menores y serán juzgados por separado.

El comienzo del proceso judicial fue anticipado en Minneapolis con una manifestación en la que miles de personas marcharon detrás de un ataúd blanco cubierto de rosas rojas para exigir "justicia".

La multitud, muy diversa, permaneció mayoritariamente en silencio, al que solo rompió para gritar "¡Si no hay justicia, no hay paz!", mientras una pancarta reproducía las últimas palabras de Floyd: "No puedo respirar", según la agencia de noticias AFP.


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