Efectivos de la Policía y manifestantes se enfrentaron este domingo en la plaza de la Ciudad Vieja de Praga después de una protesta de aficionados de fútbol y de hockey por las restricciones impuestas por el coronavirus, que impiden la asistencia de hinchas durante los partidos de deportes profesionales, entre otras medidas.

Unas 2.000 personas salieron a las calles de la capital checa en contra de las medidas para frenar las medidas impuestas por el Gobierno checo, en medio de una segunda ola que golpea fuertemente al país, informó la agencia de noticias Europa Press.

Los contagios aumentaron en las últimas semanas y ayer se informó de más de 8.700 nuevos casos, la cifra diaria más alta desde el inicio de la pandemia.

A raíz del incremento acelerado de casos, el Gobierno checo anunció el lunes pasado la prohibición de todos los eventos deportivos durante dos semanas, con excepción de las competiciones internacionales.

Además, entras las limitaciones en vigor se incluye un máximo de 500 personas en lugares públicos, organizadas en grupos de un máximo de 20 con distancia sanitaria y el uso de tapabocas, algo que no se cumplió en la manifestación de hoy.

La Policía empleó gas lacrimógeno y cañones de agua para dispersar a los asistentes que se negaban a disolver la concentración y que lanzaron petardos y otros objetos a los agentes, consignó la Agencia de Noticias Checa (CTK), que informa de varios heridos.

La concentración fue convocada por hinchas del club de fútbol Baník Ostrava, que denuncian la falta de coherencia de estas restricciones y la ausencia de un plan ante la segunda ola.

El ministro del Interior, Jan Hamácek, advirtió a los convocantes de que no podrán escapar de la justicia.

En total, República Checa suma 169.000 casos y más de 1.350 muertos desde el inicio de la pandemia.


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