El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, cumple este jueves cuatro años de mandato con su muy criticada, pero a la vez aprobada por el pueblo, política de combate a las pandillas, tema que constituirá el eje central del mensaje que ofrecerá por la noche ante la Asamblea Legislativa.

Bukele, de 41 años, llegó a la presidencia en 2019 de la mano del partido de derecha Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA).

El discurso será transmitido a las 20 hora local (las 23 en la Argentina) por cadena nacional de radio y televisión, informó el mandatario a través de sus redes sociales.

A lo largo de su mandato, el presidente millennial, como lo ha apodado la prensa, llevó a cabo una guerra contra las pandillas que dominaban las calles de El Salvador deteniendo a cientos de personas sin respetar las garantías constitucionales, amparándose en un estado de excepción.

Organizaciones humanitarias y los propios salvadoreños han denunciado que en esas redadas fueron detenidas personas inocentes por el simple hecho de ponerse nerviosas en los interrogatorios. Según testimonios, los agentes tienen que cumplir con "una cuota" de detenciones.

Además, los detenidos están alojados en condiciones infrahumanas, hacinados y sin posibilidad de comunicarse con el exterior para evitar que desde adentro de las cárceles puedan seguir manejando a las pandillas.

Foto Archivo

El lunes, la organización humanitaria Cristosal denunció que al menos 160 personas han muerto bajo custodia durante el estado de excepción, decretado el 27 de marzo de 2022, aunque podrían ser más, dado que "hay testimonios y evidencias" que señalan que muchas personas fueron enterrados en fosas comunes.

El documento precisa que se identificaron patrones de muertes por tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes y precisa que se identificaron cadáveres con evidencia de golpes, laceraciones, estrangulación, ahorcamiento y otros signos de tortura.

Pese a las repetidas violaciones de los derechos humanos, Bukele tiene un alto índice de aprobación y se cree que en 2024 podría renovar su mandato con comodidad gracias a una marcada caída de los índices de criminalidad tras la detención de pandilleros.


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