Ambos equipos sabían que era una final, y la jugaron como tal. Desde el minuto cero propusieron una altísima intensidad defensiva, por lo que les costó mucho vulnerar las defensas contrarias. Una gran tapa de Sebastián Lugo contra el Gabriel Najul fue un fiel retrato de lo que era el partido. Tucumán logró hacerse fuerte en la zona pintada (10 puntos contra 2), y de esta manera pudo llevarse el primer parcial por 14-8.
Varios triples en el comienzo del segundo cuarto, siguieron extendiendo la distancia a favor de Tucumán. Los jugadores chaqueños, no pudieron sacar provecho de sus buenas defensivas por imprecisiones propias en ataque. A pesar de esto, consiguió un parcial 5-0 y logró acortar un poco la distancia, que llegó a ser de 10 puntos. Sin embargo, los de Martin De Zan tuvieron un mejor cierre y se fueron al descanso ganando por 25-21.
Chaco salió del entretiempo decidido a atacar en la zona de la pintura, lo que generó varias infracciones de su contrario. Sin embargo, el ataque tucumano afinó la puntería y siguió aumentando la diferencia a fuerza de triples. Para cerrar un tercer cuarto excelente, Ignacio Echevarría conectó un alley oop exquisito sobre la chicharra con Santiago Roitman. De esta manera, lograron cerrar el cuarto a su favor por 53-34.
Los chaqueños intentaron dar vuelta la página de cara a la parte final. Aun así, un robo y posterior conversión de Elías Iñiguez no despertó a sus compañeros, que no pudieron hacer frente a la química desplegada en ataque por Tucumán. De ahí en más, a los dirigidos por Roberto Martínez se les hizo cuesta arriba y no pudieron evitar la derrota (70-54).