El Recinto de Sesiones "Deolindo Felipe Bittel" fue la sede donde se concretó este encuentro que estuvo presidido por la concejal, Nancy Sotelo, y la secretaria del Cuerpo Legislativo comunal, Laura Balbis.

Se analizó en esta oportunidad el proyecto de autoría del edil Martín Bogado, que busca adherir a la ciudad de Resistencia a las leyes nacionales 17.565 y 26.567, que regulan el ejercicio de la actividad farmacéutica, para que entre otras cosas el expendio de medicamentos  de venta libre, directa o sin receta, sólo puedan ser efectuados en farmacias habilitadas.

El proyecto se busca aprobar mediante una ordenanza de excepción con el sistema de doble lectura. Este establece dos votaciones y entre estas se realiza esta audiencia pública para que los vecinos puedan dar su opinión al respecto. Mecanismo exigido por la Carta Orgánica Municipal como por la Ordenanza N° 5999.

“Saldar el vacío en el que se encuentra el municipio en este sentido”

Martín Bogado explicó que el proyecto nació con una inquietud del presidente de la Cámara de Farmacias de Chaco, Carlos Larche, y que se debatió en las diferentes reuniones de comisión. “Nos dimos cuenta de que era parte de algo más grande que sucedía en Resistencia, que es la venta indiscriminada de medicamentos en cualquier lugar sin tener en cuenta quien te lo administra, ni como están almacenados los mismos”, resaltó.

Y explicó que ante esto vieron la necesidad de adherir a las legislaciones nacionales. Sobre la audiencia pública anheló que la misma sirva “como disparador para que la sociedad discuta esta problemática y qué relación de consumo tenemos con las drogas. Por más que sean de venta libre no se pueden estar comprando en cualquier lado sin saber la dosificación e ingesta correcta”, afirmó.

El edil contó que en un primer momento se discutió respecto a los medicamentos de venta libre, sin receta”, pero que luego de esto, “se tomó en cuenta que la ley nacional exige que estos sean expedidos por personal idóneo y en una farmacia”. Por lo que dijo que se entendió que “era necesario adoptar medidas para este tipo de ventas” y sumó que “al ser personas no autorizadas, más allá de la buena o mala fe, esto representa un peligro para la comunidad por no manejar conocimientos médicos y de cómo almacenar los medicamentos”.

Explicó que se puso el foco en los kioscos, minimercados y supermercados de la ciudad: “Son los que hacen este tipo de venta cuando por ejemplo en la caja donde te cobran los productos, de paso te venden un analgésico, o te lo dan a cambio de un vuelto”. Sobre el medicamento aportó: “No se sabe si está en óptimas condiciones de almacenamiento y la cajera tampoco sabe la dosificación o indicación para otorgar el mismo”. Y sumó que para regular esto el proyecto propone una multa de 200 a 1000 litros de nafta valor súper del ACA.

Los presentes

Carlos Larche contó que esto deriva de un trabajo que se viene realizando hace un tiempo largo y que “por suerte tuvo eco en el Concejo, para cerrar algo que inició en 2009”. Explicó que en 1991 se desreguló por ley el ejercicio de la profesión farmacéutica y en esta desregularización entró el tema de que los medicamentos se podían vender fuera de la farmacia.

Luego, en 2009, se reguló nuevamente modificando la Ley Nacional N° 17565 y los medicamentos volvieron a poder venderse sólo en farmacias, sea de venta libre, bajo receta o receta archivada. Pero esto no se pudo regular en las provincias por distintas cuestiones que tienen que ver con el órgano de aplicación.

“Por una cuestión de derecho o de hecho no se podía controlar esto y entonces a partir de los trabajos realizados se llegó a la conclusión que la Municipalidad por sus competencias podía llegar a lograr detectar los comercios que vendían y llegar, a través de esta ordenanza, a multarlos y hasta clausurarlos”, indicó. Y resaltó: “Por eso bregamos por esta herramienta para que podamos hacer efectivo el cumplimiento de esa prohibición”.

María Inés Arévalo, vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos del Chaco dijo que están “totalmente de acuerdo con la aprobación de esta ordenanza” ya que como profesionales su “máxima responsabilidad es la salud de la población”. Comentó que el riesgo de comprar el medicamento fuera de la farmacia “es muy alto porque uno no sabe la procedencia del mismo, cómo se ha conservado, ni la caducidad el mismo”.

Y recordó que las farmacias tienen controles de fiscalización sanitaria a nivel provincial y a nivel nacional del ANMAT que son los que controlan los medicamentos que se dispensan en las farmacias. Consultada sobre qué tipo de medicamentos se trata indicó que sobre los de venta libre, pero aclaró: “Si vos te vas a un lugar, que no es una farmacia, donde te venden un sertal pro ejemplo, no es de venta libre y suele haber”.

Elian Jovanovich, opinó como farmacéutico y propietario de la Farmacia La Leonor. Felicitó a los concejales por esta iniciativa a la que tildó de “un avance enorme a nivel provincial” y resaltó que “el medicamento es salud, por lo cual la dispensa del mismo tiene que ser proporcionada por un profesional farmacéutico”. Manifestó que, en las farmacias, se audita y se controla el buen almacenamiento de los medicamentos, en condiciones de temperatura, de presión, de higiene y salubridad.

Con fiscalizaciones sanitarias a nivel municipal (con las inspecciones bromatológicas) provincial y nacional. Habló de la indispensable de que la dispensa sea con personal farmacéutico que “pasó por una facultad y sabe las diferencias de drogas, efectos colaterales y demás; cosas que no sabe cualquier persona”. Y resaltó que “por algo se estudia para ser farmacéutico”.


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