Este sábado, en el marco del evento cultural “Oscuro total, encuentro con creadores”, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, ex esposa de Alberto Nisman, volvió a hablar públicamente sobre la muerte del fiscal.
En una entrevista realizada por la periodista Claribel Terré Morel, en Daín Usina Cultural, Arroyo Salgado reiteró enfáticamente que Nisman fue asesinado y ofreció detalles inéditos sobre las circunstancias que rodearon sus últimos días.
“Que Nisman fue asesinado no es una creencia mía, sino que está probado en el expediente”, expresó la jueza en el inicio de la conversación, lo que resumió el eje central de su postura.
“No bien yo tomo conocimiento de que al momento del hallazgo del cuerpo sin vida de Alberto Nisman había un arma y que había muerto por impacto de bala, no tenía dudas de que había sido asesinado. Y si bien esto en un principio sí era una creencia mía, luego se probó en el expediente”, sostuvo ante el auditorio.
Desde el comienzo del evento, Arroyo Salgado no esquivó ningún tema y respondió a cada pregunta con una claridad y firmeza que capturaron la atención del público. La jueza repasó con lujo de detalles las irregularidades que, según ella, marcaron la investigación desde sus inicios.
“No fue tan fácil, no fue tan rápido, no fue tan lineal. En el interregno hubo muchísimas marchas y contramarchas. Muchas irregularidades, no solo en un primer momento, frente al desaguisado que todos hemos visto en los medios de comunicación, realizado por los propios investigadores que debían preservar la escena del crimen”, afirmó.
Una de las críticas más duras fue dirigida hacia el manejo de la escena del crimen en el departamento de Nisman.
“La escena no era solamente el baño donde entró una tropilla de gente, sino que era todo el departamento y las torres Le Parc: los ingresos, egresos, todos los accesos. Preservar las filmaciones de las cámaras de seguridad. Nada de eso se hizo”, relató. Según Arroyo Salgado, no se tomaron medidas cruciales para preservar la evidencia, como asegurar la integridad de los dispositivos electrónicos o del teléfono celular del fiscal.
Además, la jueza recordó el contexto político en el que se produjo la muerte de Nisman. “Este asesinato ocurre a cuatro días de que Nisman radicara una denuncia penal contra la ex presidenta, nada más ni nada menos que por encubrimiento del atentado terrorista contra la AMIA”, destacó al mencionar la denuncia que el fiscal había presentado contra Cristina Fernández.
“Él se encontraba investigando esa tragedia y cuestionó el posicionamiento que tuvo nuestro país por decisión del gobierno de turno, en lo que él consideró que era una garantía de impunidad para los responsables detrás del atentado”, añadió.
Arroyo Salgado también subrayó que el asesinato ocurrió apenas un día antes de que Nisman fuera a presentar sus pruebas ante el Congreso, lo cual, en su opinión, agrava aún más la situación. “Recordarán ese contexto, la función que tenía Alberto Nisman, las circunstancias de su hallazgo y todas las dificultades que hubo”, expresó, apuntando a las trabas y obstáculos que, según ella, enfrentó la investigación desde el comienzo.
“Yo sabía íntimamente que él no había decidido poner fin a su vida, sino que había sido víctima de un asesinato.
Pero había que probarlo”, dijo. Y agregó: “Finalmente, cuando nosotros decidimos dejar sin efecto la querella es porque en el expediente ya está científicamente demostrado con la prueba producida, con la evidencia científica y con todo el análisis que se hizo de los dispositivos, el contexto de amenazas vigente y las circunstancias de su muerte que esto fue un asesinato”, enfatizó.
La jueza, además, reveló un dato impactante relacionado con la publicación del diario Página 12 del 18 de enero de 2015, el mismo día en que se halló muerto a Nisman. En ese sentido, mostró una copia del periódico y destacó que el titular principal decía “Es por la puerta de servicio”, acompañando una foto del fiscal con los ojos cerrados.
“Es la primera vez que yo veo una foto de Alberto Nisman con los ojos cerrados, con la misma inclinación en su cabeza a cómo resultó retratado el cuerpo al momento del hallazgo por la puerta de servicio”, señaló y sugirió que este tipo de imágenes y mensajes en los medios contenían señales mafiosas y amenazas encubiertas.
La familia y las amenazas
Arroyo Salgado también habló de las amenazas que recibió su familia antes y después de la muerte de Nisman. “Había un contexto de amenazas muy graves a toda nuestra familia y varios de los puntos de esas amenazas se fueron cumpliendo”, reveló, y mencionó los afiches que empapelaron la ciudad tras la muerte del fiscal, en los que se mezclaban insinuaciones sobre su vida privada.
Una de las revelaciones más importantes de la jueza tuvo que ver con detalles sobre cómo encontraron el cuerpo de Nisman.
Arroyo Salgado explicó que, según la costumbre del fiscal, su cama siempre estaba perfectamente hecha, y que las imágenes tomadas por la Policía Federal muestran la cama abierta de una manera que no correspondía a sus hábitos. “No era la costumbre de Nisman. Yo conviví con él y era una persona sumamente prolija”, afirmó.
Sandra Arroyo Salgado al frente del auditorio.
Al ser consultada por la periodista Claribel Terré Morel sobre si sentía miedo por su seguridad y la de sus hijas, Arroyo Salgado fue categórica: “No, no tengo miedo porque tenemos mucha gente que nos cuida.
La sociedad en general nos ha ayudado, cuidado mucho”, afirmó al recordar una anécdota en un shopping donde una señora se preocupó por su bienestar al no verla salir del baño. Sin embargo, aclaró que toman medidas de seguridad estrictas, tanto con custodia de la Policía Federal como con seguridad privada.
Respecto a sus hijas, mencionó que ambas tratan de llevar una vida lo más normal posible. “Mis hijas son adolescentes.
En enero se van a cumplir diez años de este hecho. Mi hija más grande estudió en la Universidad de Buenos Aires. Arquitectura. La más chica está terminando el colegio secundario, es muy deportista y tiene una vida lo más normal posible”, comentó, pero subrayó que siempre están en comunicación y mantienen prudencia a la hora de compartir información sobre sus movimientos.
El asesinato de Nisman, según la jueza, no solo fue un atentado contra la vida del fiscal, sino también contra su entorno más cercano.
“Sin duda el asesinato de Nisman tuvo mucho que ver con gente que estaba íntimamente vinculada a él”, cerró su participación en el evento con una mirada que invita a la reflexión sobre las ramificaciones de la muerte del fiscal y la lucha por esclarecer la verdad.