Tras tomar posesión de casi la totalidad del país, los talibanes controlaron este domingo la capital de AfganistánKabul, y se preparan para volver al poder 20 años después de perderlo en una invasión liderada por Estados Unidos.

En ese marco, el presidente Ashraf Ghani abandonó el territorio, junto al vicepresidente Amrullah Saleh, sin que se conozca aún su destino. Que Ghani dejara el cargo era uno de los pedidos clave de los talibanes en los diálogos de paz con el gobierno afgano, aunque el mandatario había optado por aferrarse al cargo hasta ahora.

Los insurgentes habían capturado en las últimas horas sin resistencia la ciudad oriental de Jalalabad, después de tomar la norteña Mazar-i-Sharif, la cuarta mayor ciudad afgana y principal centro urbano del norte.

Así, los talibanes controlan casi todo el país, luego de 10 días de conquistas aceleradas contra las fuerzas gubernamentales y caudillos locales.

Durante la jornada afirmaron que desean un "traspaso pacífico" del poder en los próximos días, dos décadas después de empezara una intervención militar liderada por Washington y ordenada a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

En un primer momento, el grupo ordenó a sus combatientes que no entraran en la capital, afirmando que las fuerzas del gobierno se encargarían de garantizar la seguridad. Pero más tarde, Zabihullah Muajhid, un portavoz, tuiteó que las fuerzas talibanas deberían ocupar las zonas desertadas por las fuerzas afganas, para mantener el orden.

Los talibanes también prometieron que no buscaban vengarse de nadie, tampoco de los militares o funcionarios que trabajaron para el actual gobierno.

"Le aseguramos a la gente de Afganistán, particularmente en la ciudad de Kabul, que sus propiedades y sus vidas están a salvo, no habrán venganza contra nadie", señaló el portavoz de los talibanes Yalda Hakin a la BBC.

Por su parte, el ministro de Interior, Abdul Sattar Mirzakwal, aseguró que se llevaría a cabo una "transferencia pacífica del poder" a un gobierno de transición.

El grupo toma el control en medio de la retirada de las tropas estadounidenses y extranjeras. Había sido derrocados del poder en 2001, tras una incursión militar liderada por Estados Unidos, pero poco a poco el grupo islamista ha ido retomando fuerza en Afganistán.

La ONU pidió a los países vecinos de Afganistán que mantengan sus fronteras abiertas a medida que aumenta el número de civiles que se desplazan en el territorio.


COMPARTIR