Jimena Zurchmitten, oriunda de San Jerónimo Norte, provincia de Santa Fe, participó de una competencia a nivel internacional en la que terminó imponiéndose en su categoría. “Empecé casual pero cuando me vi en el primer puesto no lo podía creer, fue increíble”, dijo.

 

Desde la etapa más temprana de su vida, la literatura y la escritura apasionaron a Jimena Zurchmitten. Tal es así que lanzó su primer libro cuando apenas tenía once años y meses después, su segundo material. La pandemia generó que pueda dedicarse aún más a lo que tanto la entusiasma y quedarse con el Mundial de Literatura en la categoría niños fue uno de los premios que recibió. En diálogo con Buen Santa Fe, contó cómo llegó a esta conquista.

“Todo empezó en Instagram, hablo de libros, doy recomendaciones y hablo con autores. Me enteré del mundial, me pareció que estaba muy bien armado, me anoté. Empecé casual, sin esperanzas por cómo escribían mis compañeros. Cuando me vi en el primer puesto en categoría de niños no lo podía creer. Siempre me gustó participar en concursos y nunca me había tocado salir en el primer puesto. Fue increíble”, comenzó diciendo.

Con respecto a la competencia, explicó que “es una actividad gratuita para cualquier persona. Dura 15 días, todas las mañanas te mandan un mail con una consigna de escritura. Ese texto lo tenés que subir a la página del mundial donde lo lee todo el grupo. Lo subías y así por 15 días. Cuando finalizó, se elegía el mejor texto. Ahí salió seleccionado el mío. Estoy muy contenta”.

En cuanto a cómo vivió el Mundial, recordó que “lo tomaba a juego, por diversión. Cuando estamos muy focalizados en ganar, se desvirtúa todo y no lo podemos valorar. No me tenía mucha fe porque mis compañeros escribían muy lindo, pero cuando me vi entre los 10 finalistas, dije ‘entré justito’. Pero después cuando me vi entre el primero, segundo y tercero, estaba emocionada. La actividad tiene una magnitud muy grande: me dio entusiasmo para seguir en esto, reafirmó que realmente me gusta”.

“La inspiración está en todos lados. Mis dos novelas fueron a través de un sueño, yo sueño mucho, lo retengo en mi cabeza por la mañana y van llegando las ideas, se desarrollan. La inspiración está en todos lados: la música, los paisajes… lo que cuesta es encontrarla”, añadió.

En relación a los dos libros que lleva escritos, contó que “los dos salieron en pandemia. Son descubrimientos, en cada libro voy aprendiendo cosas nuevas que me ayudan y me fascinan. Fueron dos historias donde pude pasar la pandemia de modo más divertido, fue un tiempo donde todo se hacía pesado”.

Por otro lado, se refirió a su relación con la lectura. “En pandemia encontré un libro que me gustó muchísimo y entendí que la literatura podía ser otra cosa más allá de la geografía y de la historia: fui probando libros e historias y llegué a tener una biblioteca llena con mis propios libros y ahorros. Es como ir nutriéndote. Encontrar letras y palabras es difícil”.

“No sé si soy escritora, sí estoy en aprendizaje. Me veo con la escritura y la literatura cerca. Va a estar siempre por ahí, no va a faltar en el futuro. Veremos qué nos va deparando”, agregó.

Finalmente, contó por qué sus libros se llaman Evaluna. “Surgió en un principio, fue el disparador. Las dos protagonistas eran Eva y Luna. Quedó como un título en borrador y cuando lo íbamos editando, me decían ‘¿pensás que está bien?’ y me puse a pensar otros. Fue el toque clave. Una identificación. Ya lo había grabado y decidimos dejarlo. Es como mostrar que las dos pueden ser una sola, que pueden unirse. Es una forma de mostrar la amistad que tienen”.


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