La cuenta del impacto de la sequía para los productores, la economía y el ingreso de divisas no para de tener números en rojo. En marzo pasado se esperaba que el país resignara ingresos por exportaciones del agro por US$ 5200 millones.

Ahora, la Bolsa de Comercio de Rosario acaba de terminar un informe que eleva a US$8000 millones el perjuicio, casi un 54% más. La menor producción, que siguió cayendo como en un tobogán en los últimos dos meses, fue el factor determinante, ya que entre soja y maíz se esfumaron 30 millones de toneladas.

Para los productores, no tener 30 millones de toneladas significa una fuerte merma en sus ingresos brutos. A precios de hoy en el mercado físico, significa que se les fueron de los bolsillos ingresos brutos por US$7500 millones.

El dato se conoce en medio de los rumores de los últimos días sobre que en el Ministerio de Hacienda se estaba evaluando frenar la baja de las retenciones a la soja (vienen reduciéndose 0,5% por mes desde enero último), versiones que anteayer el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, descartó en una conferencia.

Este análisis surge también en medio de la preocupación por la suba del dólar de las últimas semanas en el mercado cambiario.


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