

Un multimillonario británico se enteró que, tras 21 años de haber criados a sus tres hijos, no era su padre biológico. Por esto, el hombre decidió realizar una demanda millonaria contra su exesposa.
El engaño fue descubierto cuando el padre de familia se realizó unos estudios médicos que determinaron que era infértil de nacimiento. Por el momento, su exmujer, madre de un joven de 23 años y dos gemelos de 19, deberá pagarle al empresario llamado Richard Mason la suma de 318 mil dólares, tras lo decidido por un juez, según consignó el medio Daily Mail.
Mason descubrió la verdad luego de que asistiera al médico para realizarse unos estudios y allí le diagnosticaran fibrosis quística. Los análisis de la enfermedad hereditaria fueron contundentes: siempre fue infértil, es decir, que no había posibilidad alguna de que fuera el padre biológico de sus tres hijos. La mujer de Mason le hizo creer durante más de 20 años que era el padre de los tres hijos.
Al enterarse de ello, el empresario de 55 años confrontó a su exesposa y, para aportar datos a la Justicia, decidió hacerse una prueba de ADN, aunque los resultados no fueron necesarios, dado que la mujer confesó que le fue infiel durante su matrimonio y que él no era el padre de sus hijos.
Tras esta situación, el hombre la demandó y busca de esta manera recuperar parte de los 5 millones de dólares con los que su ex se quedó luego del divorcio. "No sabes qué es real y qué no, como si estuvieras viviendo la Matrix. Un día alguien te dice: 'Todo lo que sabías y todo lo que pensabas que era sólido y verdad no es real, y nunca existió. Tú no eres el padre, no puedes tener hijos, tu nombre no tendrá un legado'", manifestó el damnificado en declaraciones al mencionado medio.
A pesar de la prueba de ADN y de su infertilidad, el empresario reconoció que lo mejor de ese matrimonio fueron “sus hijos” como aún los llama. "No soy el padre, lo sé, pero sigo siendo el papá. Cuando hablo de ellos a otras personas, naturalmente, después de 21 años, digo 'mis hijos'. Luego tengo que parar, corregir lo que dije y decir: 'los hijos que pensé que eran míos'", concluyó.