Se anotaron a último momento y terminaron ganando: Germán Ballejo y Magdalena Gutiérrez, de la ciudad de Buenos Aires, son los nuevos campeones mundiales de tango Pista.

Se consagraron este martes en el Luna Park, luego de competir con otras 40 parejas de la categoría que premia la danza milonguera, en el Festival y Mundial Tango Buenos Aires.

En el segundo y en el tercer lugar quedaron los también argentinos José Luis Salvo y Carla Rossi, y Luis Romero y Ana Migoni, respectivamente. Esta noche será la final de Escenario, el vistoso, el acrobático, el que se ve en los espectáculos for export.

Pero el que se baila pegado al piso, sin tantos trucos ni firuletes, es capaz de despertar las mismas pasiones; tanto en los que lo bailan como en los que lo ven desde una platea. El Luna Park estuvo lleno ayer. El público estaba ansioso por ver a los bailarines y conocer a los ganadores. "Vamos gordo", gritaba un desaforado desde la platea para alentar a un amigo que concursó en la primera ronda.

En cada pasada bailaron unas diez parejas. Cada una con su estilo, cada una con su estrategia. Algunos eligieron la extraversión; otros, la sutileza.

Compitieron 120 parejas en la semifinal realizada el último sábado, en la Usina del Arte. Quedaron sólo 41 para la final del certamen que se disputó ayer: 27 de la Argentina, ocho de Rusia, dos de Italia, y las cuatro restantes de Holanda, Colombia, Indonesia y Corea del Sur cada una.

El premio mayor volvió a quedar en casa. Por sexto año consecutivo, los ganadores son argentinos, luego de que en 2011 se consagró una pareja colombiana.

Ballejo, oriundo de Río Negro, tiene 31 años, y Gutiérrez, 35. Se conocieron hace unos años en una milonga porteña y ya en 2015 obtuvieron el tercer lugar en el Mundial de Tango. El año pasado decidieron no participar y para esta edición se inscribieron a último momento. Ayer, el destino casi se interpuso en su camino hasta la final: el auto de Magdalena fue golpeado por detrás por otro vehículo en la esquina de Rivadavia y Medrano. Pero fue sólo un susto: 24 horas después, los premiaban como ganadores del certamen.

Recreación

Cada año, en el "entretiempo" de las rondas finales del campeonato, mientras deliberan los jurados, se presenta un espectáculo musical que suele ser más que un relleno. En esta edición, el festival tanguero programó una serie de homenajes a Astor Piazzolla, ya que este año se cumplieron 25 de su muerte.

Uno de los responsables de este proyecto y encargado del cierre de los conciertos dedicados fue Daniel Binelli. También bandoneonista y conocedor de la obra de Astor, Binelli recreó la orquesta que Piazzolla armó a mediados de la década del 40.

Binelli nació el mismo año en que Piazzolla armó su orquesta típica. Más de 40 años después, a fines de los 80, integró una de las últimas agrupaciones de Astor. Eso le permitió conocer íntimamente al creador y volver sobre sus pasos para interpretar los arreglos de la mítica orquesta. Durante el concierto de anoche, se escucharon "Taconeando", "Orgullo criollo", "El recodo", "El pillete" y las únicas piezas compuestas por un muy joven Piazzolla: "Villeguita" y "El desbande".

Quién hubiera imaginado setenta años atrás que un grupo de Piazzolla (es decir: una formación que clona su típica, con las composiciones y los arreglos que sonaban en su fundación) sonaría en Buenos Aires, en medio de la final de un concurso de tango-danza.


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