

En la tarea policial-judicial en la investigación de la muerte de Liliana Belén Gauna, se tratará de reconstruir los últimos momentos de la víctima.
Con quien estuvo, si comentó a alguien del entorno familiar hacia dónde se dirigía, si era habitual comunicarse con sus padres para avisar que se demoraba entre otros detalles.
Por el momento hay cuatro demorados. A los testimonios se sumarán los informes técnicos para consolidar las pruebas y sostener los cargos en caso de que surja de manera concreta uno o más imputados.
Los sospechosos que fueron conducidos a la dependencia policial están a disposición de la justicia. Sus relatos tuvieron algunas contradicciones. Todos viven en las cercanías de la casa de Gauna.
Los peritos al llegar al lugar y al examinar el cuerpo no advirtieron, al menos a simple vista, una lesión traumática o cortante.
Una de las tareas de los peritos será determinar si la joven fue asesinada donde encontraron el cuerpo o el hecho ocurrió en otro lugar. Uno de los testimonios indicó que la chica permaneció un rato con los cuatro, que se hallaban bebiendo y que luego ella se retiró sola.
"No hay que descarta ninguna hipótesis", aseguró el fiscal de la causa en declaraciones a la prensa. Las primeras evaluaciones indican que el cuerpo pudo haber sido movido. Las sospechas están basadas en el trabajo de búsqueda. El sábado pasaron por allí unos y no lo divisaron.
También se espera la colaboración de algún vecino en brindar su testimonio. Si vio movimientos en la zona que llamara la atención, si reconoció a algunas personas saliendo de ese lugar o si escuchó algún comentario relacionado al caso desde que comenzó la búsqueda.
El fiscal espera los informes preliminares que van surgiendo de sumario policial, así como las conclusiones de los peritos que examinaron el cadáver.