

A través del Fondo Solidario, el Instituto de Cultura del Chaco viene apoyando a hacedores y artistas locales. Desde el comienzo de su gestión, la presidenta de la cartera de cultura provincial, Mariela Quirós, viene remarcando la importancia del interior chaqueño en cuanto a su valía cultural. Tal es el caso del proyecto denominado “Que siga el baile”, coordinado desde Sáenz Peña por las profesoras de baile Natalia y Romina Dorado, junto al docente Leonardo Borda.
El Fondo Solidario es ejecutado en el marco del programa Impulsar Cultura, dedicado especialmente a promover herramientas de financiamiento para el desarrollo cultural. Que siga el baile brinda clases gratuitas de bailes para adultos, con encuentros virtuales.
“Uno de los mayores desafíos es que la gente adulta mayor se familiarice con el uso de redes sociales como Facebook o YouTube y puedan acceder desde sus hogares a clases de baile. Otro de los desafíos es que además de sentirse acompañados, aprendan danzas folclóricas argentinas como también entrenamientos adaptados de pilates, estiramiento y expresión corporal”, explicó Natalia Dorado.
“La situación actual a causa del covid-19 nos obliga a estar en nuestros hogares, y eso suele generar mayor estrés o tensión. El acompañamiento mediante este taller aporta beneficios que inciden directamente en la salud y bienestar de las personas. Además, aparte de aprender a bailar, disfrutan de un momento en familia”, agregó.
Los interesados pueden consultar por horarios y días de clases al celular 3644-371872, o bien al correo: [email protected].
Un vínculo más presente
En la primera convocatoria de 2020 del Fondo Solidario, fueron seleccionados 60 proyectos culturales de distintos puntos del territorio provincial. Los beneficiarios reciben entre 30 y 50 mil pesos para desarrollar propuestas artísticas y culturales con impacto en la comunidad. Cada propuesta apunta a mitigar los efectos adversos de la crisis sanitaria y a acompañar a la sociedad desde los hogares en el marco de la Cultura del Cuidado que promueve el Instituto de Cultura del Chaco.
Respecto al vínculo que se genera a través de la enseñanza virtual, la profesora contó: “este tiempo que nos toca vivir nos invita a adaptarnos en muchas situaciones, una de ellas es que las personas reciben la enseñanza en su espacio hogareño a través de una tablet, celular o computadora. El vínculo es totalmente distinto.
En una plataforma podemos ver a los alumnos y eso nos proporciona la posibilidad de corregirlos (si hubiera errores en las técnicas), pero en algunas redes sociales ese ida y vuelta no se realiza de forma tan directa, por lo que nos obliga a hacerles seguimientos mediante encuestas o llamadas personales. De esa manera nos acercamos más y les hacemos saber que estamos transitando juntos esta nueva forma de vida.”
“Si bien este proyecto nace destinado a los adultos mayores, busca incentivar a toda la familia, ya que los jóvenes son los que están más familiarizados con el uso de la tecnología. Entonces, el adulto mayor que se resiste o desconoce el uso tecnológico, puede acceder al taller mediante ayuda nuestra o de su familia”, finalizó la profesora Dorado.