Los anuncios a la población sobre la nueva fase de la cuarentena se llevarán a cabo recién este viernes, fue lo que confirmar Ámbito a través de una alta fuente oficial. Desde el mediodía comenzaron a surgir versiones respecto a que los anuncios podrían postergarse, pero no se lograba confirmar.

En principio, la postergación obedece a que se continuaban analizando los alcances de las restricciones y las herramientas para implementarla tanto en Capital como en el Conurbano. Si bien es cierto, que Horacio Rodríguez Larreta prefería que la nueva fase más restricta comience más adelante a diferencia del gobernador de la provincia de Buenos Aires que quiere que ya se comience con la nueva cuarentena. Pero la demora en el anuncio respondería más cuestiones de cómo mejorar los permisos de circulación para que sean más restrictivos.

“En donde no hay diferencia alguna en ambos funcionarios es en la necesidad de aplicar más restricciones”, coinciden en señalar tanto fuentes cercanas al gobernador como al jefe de la Ciudad.

La postergación del anuncio no modifica la agenda presidencial ya que tanto Kicillof como Larreta mantendrán una reunión con el presidente Alberto Fernandez para ultimar detalles de la medida. “Estamos ya en la letra chica”, comentan fuentes oficiales. Señalan que, por ejemplo, Larreta no le ve sentido a suprimir los paseos con los niños durante los fines de semana, aunque reconocen que la “última decisión sobre este punto se discutirá en la reunión con el primer mandatario”.

Uno de los puntos centrales que lleva al Gobierno a establecer una cuarentena más dura es el nivel de ocupación de las camas de terapia intensiva en el área metropolitana supera el 50%. Los funcionarios consideran que se está yendo al pico de contagio, en momentos en que la llegada del invierno de por sí aumenta las enfermedades respiratorias y el mayor movimiento de gente ha tendido a incrementar los casos. “El objetivo ahora es preservar la disposición de camas”, explican en fuentes oficiales.

El área metropolitana – donde mayoritariamente se concentran los contagios – tiene como desventaja que la combinación de humedad y frío establecen condiciones propicias para la circulación del virus, según señalan los especialistas.

Uno de los factores de mayor contagio es la circulación de personas como asimismo que haya cierto nivel de aglomeración, situación que se ve más en ciertos barrios del conurbano.

Por esta razón, en esta nueva fase, se extremarán los controles de los permisos para circular en transporte público y vehículos particulares. También aumentarán los controles de tránsito del que participan las fuerzas de seguridad.

En cambio, fuentes oficiales desmienten que se vaya a prohibir el recorrido de colectivos entre la Capital y el Gran Buenos Aires, porque sostienen que “es imposible dividir CABA del conurbano” pero sí reconocen que limitarían las frecuencias como asimismo habrá una “vigilancia estricta” de los permisos para circular. Al respecto, recuerdan que una gran parte de los trabajadores esenciales que desempeñan sus actividades en la Ciudad de Buenos Aires viven en la provincia.

La preocupación central es que no haya mucha gente en la calle. Precisamente, el gobernador Kicillof mantuvo varias videoconferencias con intendentes del conurbano instándolos a que hagan todo lo posible para evitar las aglomeraciones. Conversó con municipios de las secciones primera y tercera y también La Plata. En líneas generales el gobernador les aseveró que en el AMBA están creciendo mucho los contagios y les anticipó que “hoy el único remedio que existe es evitar la movilidad e ir hacia medidas más restrictivas”.

Comercios

Se está discutiendo el alcance de las restricciones para los comercios de cercanía. En algunas áreas del Gran Buenos Aires se observa que la cuarentena tiene un muy bajo acatamiento.

Por presión de los vecinos, los intendentes han planteado la necesidad de permitir la actividad comercial y señalan que es difícil el control de la circulación de la gente que necesita salir a la calle en busca de sustento.

No obstante, desde las autoridades nacionales se advierte que permitir los actuales niveles de circulación conlleva el riesgo de un aumento en los casos fatales. Kiciloff en las videoconferencias con los intendentes les advirtió: “si los contagios continúan a este ritmo, antes o después se va a saturar la capacidad de atención, los recursos sanitarios con los que contamos son finitos”.

Si bien no está claro el alcance, se anticipa que seguramente habrá más restricciones para la actividad comercial que en la actual fase. Está en duda, por caso, si seguirá siendo permitido el sistema “take away”.

Por lo pronto, se restringiría toda actividad que pueda realizarse mediante la modalidad de teletrabajo. Esto afectaría, por ejemplo, distintas actividades profesionales independientes como contadores, arquitectos, escribanos, entre otros.

En lo concerniente al deporte, se estima que Larreta daría marcha atrás en la autorización para los runners en la Ciudad de Buenos Aires. En principio, también se limitarían los permisos para los paseos.

Aunque, el gobierno va a privilegiar que las industrias continúen trabajando; sin embargo, no se descarta que algunos establecimientos puedan verse afectados, particularmente en la provincia de Buenos Aires.

Si bien la esperanza oficial es que, tras esta vuelta atrás en las medidas de flexibilización, se pueda seguir liberalizando las actividades, en medios oficiales se advierte que posiblemente tengan a hacer un proceso de “marchas y contramarchas” según la evolución de la enfermedad, como demuestra la experiencia europea.

Ante esta extensión de las restricciones, el gobierno continúa implementando medidas de ayuda. Así, entre otras, se continuará con el programa Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) para los trabajadores ubicados en las zonas con mayores problemas, se amplió el plazo para que monotributistas y autónomos puedan acceder a créditos a tasa cero y se avanza en la elaboración de una moratoria impositiva.


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