Para experimentar en la escuela y aprender sobre Biología, los pedidos de los docentes pueden ser relativamente extraños y algo complicados de conseguir, aunque nunca a este nivel que se vio en Salta. La maestra de una sala de preescolar pidió como tarea que sus alumnos llevaran dos piojos vivos a clase, lo cual dejó consternados a los papás.

El pedido llegó a través de los cuadernos de comunicaciones de los chicos de un jardín de infantes del barrio Almirante Brown de Salta. Los padres quedaron impresionados ante la nota con la que se encontraron que incluía hasta ciertos requisitos bastante desagradables.

"Necesitamos para la clase de ciencias un piojo vivo puesto en un trozo de cinta adhesiva transparente y otro también vivo pero suelto en un frasco. Gracias", dice el comunicado de las docentes, con fecha para mañana, tal como puede leerse en la fotografía compartida por el portal Qué pasa Salta.

Lo más extraño es que ningún nene o nena debería tener pediculosis, por lo que sería imposible cumplir con la tarea solicitada. Además, de conseguir los piojos, los chicos quedarían expuestos a un contagio innecesario y riesgoso para su salud.


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