En 1968, los Beatles y un grupo de oportunistas cambiaron la modernidad y los lujos de Londres por kurtas y coronas de caléndula, avanzando penosamente a través de densos bosques hacia un ashram en Rishikesh, India, donde pasaron semanas escribiendo canciones.

Estaban George Harrison -devoto seguidor de la meditación trascendental-, John Lennon y Paul McCartney -que habían empezado a pelearse por la dirección de la banda-, y también Ringo Starr, tan perturbado por la comida picante de la India que se llevó una reserva de porotos para su estada en el ashram. Duró diez días.

"Escaneé todas las fotografías de Ringo en Rishikesh. Solo en algunas se lo ve sonreír", dijo Raju Gusain, un periodista local experto en el viaje de la banda a la India.

Por estos días, el bosque se ha tragado los edificios en ruinas de ese ashram, ocultando el rastro de las celebridades que pasaron por sus salones. Pero el complejo está listo para un renacimiento para actualizar varias de las estructuras que llevan mucho tiempo sin uso y solo recientemente han sido reabiertas al público.

Conmemoración
Un nuevo museo exhibirá el legado de los Beatles y del Maharishi Mahesh Yogi, el gurú con el que los miembros de la banda se pelearon abruptamente hacia el final de su estada en Rishikesh. Al otro lado del mundo, en Liverpool, Inglaterra, The Beatles Story, museo dedicado a la banda, exhibe por estos días una exposición para conmemorar los 50 años de ese viaje a la India.

Con los años, a medida que más occidentales embarcados en búsquedas espirituales llegaban a este país, la localidad de Rishikesh se disparó en tamaño. A diferencia de la época en que llegaron los Beatles, cuando esto no era más que una ciudad semidormida a orillas del Ganges.

El biógrafo Bob Spitz se refirió a ese viaje como un momento espectacularmente creativo para la banda y una suerte de escape del "nefasto nido de la fama" que consumía sus vidas en Londres. Luego de haber dejado atrás la gran ciudad, Lennon y McCartney escribieron muchas de las canciones que aparecieron en el álbum The Beatles (el Álbum Blanco), como Back in the USSR y Dear Prudence. Esta travesía simbolizó además una especie de breve deshielo en una relación cada vez más deteriorada entre los músicos.

"La presión de ser los Beatles había abierto una brecha entre Lennon y McCartney -comentó Spitz. Una vez que llegaron a India se liberaron de todo eso, se reconectaron con la composición y con la creatividad".

Una gira trascendental
Unos meses antes del viaje, Harrison, que había descubierto el sitar y el hinduismo, organizó una reunión en Inglaterra entre la banda y Maharishi Mahesh Yogi, padre de la meditación trascendental, práctica que esencialmente implica sentarse y repetir un mantra en silencio. Eventualmente, el resto de la banda acordó sumarse al viaje en febrero de 1968 para visitar el ashram de Maharishi en Rishikesh, reclutando a sus esposas, novias y a un séquito que incluía a personalidades como Mia Farrow, Donovan y Mike Love, de los Beach Boys, entre otros.

Aunque la mayoría de los días en el ashram se dedicaban a actividades simples, como meditar y escribir, el estilo del lugar y su estadía ahí no eran exactamente espartanos. El bungaló del lado del acantilado del Maharishi, donde la banda se reuniría para las conferencias (y de vez en cuando para una que otra discusión), contaba con un helipuerto cercano, y los alojamientos estaban equipados con chimeneas eléctricas. Por las noches, el grupo a veces rompía la regla del no consumo de alcohol que tenía el ashram con "un vaso de whisky" contrabandeado desde una ciudad cercana, según escribió en sus memorias Cynthia Lennon, la por entonces esposa de John. "Regodeando como escolares traviesos, pasábamos la botella, cada uno tomando un trago, y luego nos contorsionábamos mientras quemaba nuestras gargantas", dijo.

Hoy, muchos de los edificios originales han sido demolidos, pero todavía quedan algunas estructuras sin marcar desde 1968, dijo Anand Srivastava, sobrino del Maharishi, quien había ayudado a administrar el ashram durante años. Esos edificios incluyen la oficina de correos donde Lennon esperó las cartas de Yoko Ono y los dormitorios en forma de cripta del Maharishi, ahora habitados por murciélagos. Un conjunto de 84 cuevas de meditación ennegrecidas también sobrevivió.

Este ashram permaneció funcionando durante varias décadas después de que la banda se fuera de ahí, y alojó a docenas de sadhus de espalda recta, u hombres santos, en pequeñas cabañas abovedadas. Pero a principios de la década del 2000, el gobierno indio se hizo cargo del terreno, lo que provocó que fuese abandonado por todos sus ocupantes, a excepción de algunos leopardos y elefantes que vagabundean desde una reserva natural cercana. Además, en 2008, el Maharishi, que se había mudado a Europa, falleció.

Por la vuelta
Cuando el ashram fue reabierto al público en 2015, como parte de una campaña para atraer más turistas a la zona, la mayoría de los edificios había sido vandalizada por amantes jóvenes que se habían colado sobre los muros de seguridad rotos para susurrarse cosas dulces al oído y dibujar, ocasionalmente, uno que otro falo en las paredes enmohecidas de las restantes estructuras.

Un edificio industrial al aire libre, apodado la Galería de la Catedral de los Beatles, también fue apropiado por un colectivo de artistas y se llenó con cientos de citas de las canciones de la banda.

El número de turistas aún se mantiene bajo, con alrededor de 13.000 personas -la mayoría indios- que visitaron el ashram el año pasado.Más allá del ashram, los institutos de yoga se multiplicaron a lo largo del Ganges, donde visitantes de todo el mundo hojean libros de Osho, untan bermellón en su frente y compran trozos de cristal.

Una cafetería sin gluten dedicada a la música de los Beatles, que da hacia unas montañas cubiertas de niebla, también atrae a los turistas. Pero los visitantes indios desde hace mucho tiempo dicen que el Rishikesh que existía en la época en que llegaron los Beatles y el Rishikesh de hoy son dos ciudades difíciles de conciliar.

Bhuvneshwari Makharia, de Mumbai, quien lleva años visitando Rishikesh, me comentó que el rigor de los ashrams y de los programas de yoga se han diluido gradualmente para cumplir con las expectativas de los extranjeros, que buscan una solución cósmica rápida. "Si llegan, deberían venir por nuestra cultura, no para que se occidentalice -dijo-. Nos estamos acomodando a sus demandas".

Para los Beatles, la conexión con Rishikesh se fue diluyendo: en abril de 1968, solo dos miembros de la banda -George Harrison y John Lennon- aún se encontraban en el ashram.

Unas semanas antes de su partida, Magic Alex, uno de los socios comerciales de los músicos, difundió rumores de que el Maharishi había hecho avances sexuales hacia una de las estudiantes. Los miembros de la banda hicieron bruscamente sus maletas y abandonaron el "campamento de locos", dijo Lennon. "Sentimos que Maharishi para nosotros fue un error, realmente", declaró más tarde.


COMPARTIR