La historia sacudió al país. Un humilde trabajador entrerriano encontró un maletín con 500.000 dólares y se lo devolvió a su dueño. José Sánchez, de 40 años, se convirtió en un héroe nacional y en ídolo de la ciudad de Nogoyá.

Más conmovedor fue saber que este padre de familia no quiso ninguna recompensa y que lo único que aceptaba del empresario al que le restituyó la plata era un trabajo en blanco. Pero, ¿todo fue mentira? A su historia, como a la Cenicienta, le llegaron las 12.

Tanta repercusión tuvo el hecho que llegó hasta la Justicia local y, el fiscal de Nogoyá Federico Uriburu hizo esfumar el halo de héroe que rodeaba a Sánchez. “Estoy en condiciones de decir que todo es mentira. No hay empresario, ni camioneta, ni maletín, ni dólares, ni revólver. Nadie vio nada”, expresó, a la vez que aclaró que intervino porque el changarín, al igual que el conductor de un programa de radio, afirmó que dentro del maletín también había un arma de fuego.

“La policía Caminera en ningún momento visualizó una camioneta Chevrolet S10, de color rojo, doble cabina, como la que describe Sánchez y las cámaras de seguridad de la calle Paraná, donde encontró el maletín, no muestran absolutamente nada”, continuó el funcionario judicial, empeñado en destruir la reputación que el pintor y trabajador de una panadería había construido en cuestión de días. “Estuve hace un tiempo en un programa de televisión, donde se presentó como mago y cuando le tocó salir al aire, empezó su rutina, se tragó un papel y se atragantó. Tuvo que suspender el programa, que estaba en vivo. Tiene todos los pergaminos para desembocar en el ‘Bailando’”, concluyó.

De ser cierto lo que dijo el fiscal Uriburu, Sánchez habría inventado hasta el nombre de la persona que se bajó de la camioneta y perdió los 500.000 dólares que iba a usar para comprar un complejo termal, a quien llamó Gustavo Schulz. Desesperado, el hombre que adquirió rápida fama reveló que sólo quería un trabajo en blanco y una mutual para su familia. Si se comprueba que la historia fue inventada, ¿alguien podrá tenerle confianza? CRÓNICA


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