Tarrant, quien comparecerá el 5 de abril ante el Tribunal Superior de Nueva Zelanda por asesinato, tenía cinco armas, dos semiautomáticas aparentemente modificadas, con las que el día 15 asaltó las mezquitas Al Noor y Linwood, ambas en Christchurch.

Ayer, la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, anunció la prohibición de las armas militares semiautomáticas y rifles de asalto, así como los cargadores de alta capacidad y las piezas que puedan convertir armas en rifles militares semiautomáticos, como parte de una ley que espera sea aprobada a mediados de abril.

En Nueva Zelanda, unas 250.000 personas tienen licencias estándares de categoría A para portar armas, lo que permite a las personas mayores de 16 años poseer y usar rifles y escopetas tras superar unas pruebas policiales.


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