Pese a que el gobierno de Mauricio Macri habilitó el debate en el Congreso, y considera que es el lugar en el que debe tratarse, el Presidente y la mayoría de los ministros están en contra de la despenalización del aborto, o "en favor de la vida". Pero existen matices y excepciones en el Gabinete y los legisladores.

Según publicó La Nación, Macri está en contra del aborto. Por otra parte, en el XI Congreso Eucarístico de Tucumán de 2016 defendió "la vida desde la concepción hasta la muerte", en línea con la doctrina de la Iglesia.

El jefe del Gabinete, Marcos Peña, evitó responder, pero al provenir de una familia de tradición católica muchos dan por descontado que rechaza el aborto. "Marcos y el Gobierno están a favor de que se debata en el Congreso, que es donde se debe debatir", señalaron sus allegados.

La decisión del Gobierno de habilitar el debate parlamentario sobre la legalización de la interrupción de los embarazos provino de "una fuerte presión del Congreso". Además, el 8 de marzo próximo será la marcha en favor del aborto y busca evitar que se vuelva contra el Gobierno.

Funcionarios vinculados con la Iglesia señalaron al medio citado que no existirá conflicto con la Iglesia y consideran casi imposible que el proyecto se convierta en ley en ambas cámaras del Parlamento.

Por otra parte, abrir esa discusión en esta coyuntura le puede servir a la Casa Rosada para sacar del primer plano el debate sobre la economía, la inflación o la protesta social.

"No hubo un cambio de actitud del Gobierno. Hay presión desde el Congreso y nosotros no podemos evitar el tratamiento porque somos minoría", dijo a La Nación un ministro. "En nuestras filas hay diversas posturas", agregó. "La línea clara es que se abrió el debate, es un buen debate, enriquecedor, y no habrá un vocero del Gobierno con una postura. Habrá libertad de conciencia", señaló.

"El Presidente y todos en general estamos en contra del aborto, pero es un buen debate y el lugar es el Congreso", dijo un ministro. Macri también tuvo formación católica.

Por otra parte, la UCR tiene posturas divididas, pero el expresidente del radicalismo Ernesto Sanz y el ministro de Defensa, Oscar Aguad, están en contra del aborto y "en favor de la vida, más cuando la ciencia ha demostrado que esta se produce desde la gestación". La jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, rechaza la despenalización, pero alienta el debate parlamentario.

Los ministros del Interior, Rogelio Frigerio; de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie ; de Trabajo, Jorge Triaca; de Transportes, Guillermo Dietrich , y de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, están "en favor de la vida", pero sin posturas "fundamentalistas" y consideran positivo el debate en profundidad y sobre todos los temas relacionados.

El de Ambiente, el rabino Sergio Bergman, no está de acuerdo con el aborto sin antes agotar todas las opciones. Pero considera que debe ser despenalizado y deben crearse protocolos para validar abortos terapéuticos y por violación. Su par de Energía, Juan José Aranguren, está "en favor del libre albedrío" y depende de las circunstancias, con adecuada educación sexual, profilaxis y contención, lo avala.

El ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, según sus voceros, se manifestó en favor de la vida "desde una posición ni dogmática ni cerrada". Está a favor de la educación sexual integral y de la ley de salud reproductiva informando y facilitando todos los métodos anticonceptivos médicamente validados.

Su par de Salud, Adolfo Rubinstein, no se pronunciará porque considera bueno el debate legislativo.

El titular de Cultura, Pablo Avelluto, fue el único que señaló su opinión personal "a favor de la despenalización" y al mismo tiempo "lograr el menor número posible de embarazos no deseados a través de la información y la educación sexual".


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