El guía de turismo freelance, que brinda su trabajo a turistas cada vez más exigentes que buscan experiencias personalizadas y hasta exclusivas, es una tendencia que avanza en el mundo y se consolida en Argentina como una exportación de servicios.

El sistema, que surgió hace diez años en Canadá y tiene en Argentina su única sucursal exterior, se ofrece en 155 países, con más de 2.300 guías, ofrece viajes diversos y especiales, personalizados y temáticos.

Además de los clásicos tours a museos de arte, ofrecen por ejemplo sumergirse en el universo de Harry Potter o Sherlock Holmes, en Londres; elegir trufas en la Toscana; probar quesos y chocolates en Amsterdam, o participar de una ceremonia de té en Tokio.

El turista también puede aprender a cocinar una comida típica catalana, en Barcelona, o participar de ceremonias chamánicas en Nigeria, entre otras experiencias.

Hay tours cortos, por ejemplo, para quienes están viajando en un crucero y tienen una sola tarde para recorrer, o extensos, como el de varias semanas en Madagascar, para los turistas más aventureros.

Uno de los más elegidos actualmente es el de Game of Thrones, en Dubrovnik, Croacia, que fue el escenario de la popular serie de televisión.

En Argentina, el emprendendor Luciano Bullorsky comenzó a desarrollar este sistema en asociación con una empresa de Canadá.

Desde su oficina en el barrio porteño de Caballito explicó que “la misión” de la filial argentina de Tour By Locals, nacida en Canadá en 2008 de la mano de dos emprendedores locales, “ es proporcionar viajes de alta calidad a turistas que quieren una experiencia más personalizada y diferente, con un ’toque local’”.

Bullorsky, un guía de turismo que tenía su emprendimiento en Buenos Aires, se conectó en 2012 con Paul Melhus y Dave Vincent, una pareja de canadienses que creó la compañía con el objetivo de brindar tours privados para viajar de una manera única y exclusiva.

‘Empecé con ellos en 2012 después de conocernos en Vancouver, donde había viajado para desarrollar el negocio en ese año difícil por el tema de la gripe aviar y otros motivos que bajaron el trabajo”, explicó.

Los fundadores decidieron abrir una filial de la empresa en Buenos Aires alentados por el espíritu entrepreneur argentino y eligieron a Bullorsky como socio y responsable de la primera sede fuera de Canadá.

‘La empresa tiene una visión colaborativa de la industria del turismo y su misión es proporcionar viajes de alta calidad a turistas que quieren una experiencia más personalizada y diferente, con un “toque local”,  precisó.

Bullorsky explicó que “los guías que elegimos de manera remota desde Buenos Aires para una gran cantidad de tours alrededor del mundo, pasan por una selección exhaustiva que realizamos desde aquí”.

‘Además -agregó-, les brindamos asesoramiento y apoyo para superar cualquier inconveniente que pueda darse durante la prestación del servicio. Somos una pyme radicada en la Argentina que opera realizando exportación de servicios en un 100%”.

Las ventajas de los guías turísticos freelance respecto de aquellos que trabajan en relación de dependencia, de acuerdo a Bullorsky, radica en que “fijan su propio precio y pagan mucho menos comisión que las que les estaría cobrando una agencia tradicional”.

‘Nosotros les pagamos el 80% del precio que fijan, y a nuestros clientes, muchas agencias de viajes del mundo a quienes recomendamos a los guías, le pagamos con el 20% que nos queda a nosotros, es decir, el guía de turismo freelance siempre cobra el 80% de la tarifa que él mismo establece”, precisó.

El emprendedor aclaró que “además, participan de una comunidad de viajeros mucho más consistente que en una empresa tradicional, tiene mejores prácticas, y un estándar de calidad muy alto”.

Los guías son “reclutados” de páginas de internet y de una base de datos y, una vez que se los contacta, se les brinda una exigente capacitación y se les hace un seguimiento a nivel global.

‘Los clientes que contratan este servicio son muy exigentes y buscan honestidad, transparencia, y un conocimiento por parte del guía de las costumbres de la gente de los lugares que van a visitar”, señaló.

Los clientes con los que trabajan son por lo general de la franja etaria conocida como “generación Baby Boomer”, es decir, aquellos que tienen de 50 años para arriba.

‘El 50% de quienes contratan este tipo de servicios tienen ingresos anuales que superan los 150 mil dólares, mientras que la otra mitad es gente con un alto nivel cultural que exige recibir información y un trato personalizado con el guía”, remarcó.

En Buenos Aires, aseguró, hay una “larga lista de aspirantes, y hasta el momento trabajamos con 10”, quienes reciben sus pagos directo desde Canadá porque “lo que hacemos es exportar servicios”.

Desde el inicio de sus operaciones, el emprendimiento canadiense tuvo un crecimiento del 50% anual, con atención a más de 750 mil viajeros, de los cuales 250 mil fueron en 2017, año en que vendieron unos 60.000 tours privados por un valor de 30 millones de dólares.

La empresa es totalmente autosustentable, sin recibir financiamiento de terceros, y todos los servicios prestados, tanto a los guías como a los viajeros (software, servicio al cliente, marketing, soporte a los guías) es realizado 100% in-house.

Además de su casa matriz en Vancouver y la sucursal en Buenos Aires, recientemente abrieron oficinas en Glasgow y Kuala Lumpur.


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