"La cantidad de visitantes va medrando año tras año y no ha sufrido hasta el instante ningún tipo de consecuencia por la disparada del dólar", afirmó el gerente de Relaciones Institucionales de la concesionaria que tiene a su cargo la explotación del Parque, Diego Toja.

Explicó que "un cincuenta y cinco por ciento de visitantes son nacionales y un cuarenta y cinco por ciento del exterior, de los cuales un alto porcentaje son brasileños, y el resto, mayoritariamente, proceden de diferentes países de Europa".

Adelantó que se marcha a edificar una nueva estación para el Tren de la Selva que va a permitir a los visitantes acceder en forma directa al Circuito Inferior.

"Ampliaremos la Estación Central y estamos a punto de percibir 2 nuevas locomotoras eléctricas, con las cuales afianzamos nuestra certificación mundial en el cuidado del medio ambiente", precisó.

Además de nuevos senderos, Toja indicó que se estaban examinando nuevas atracciones "para satisfacer las necesidades de un público cada vez más abundante y exigente".

En tal sentido, destacó el Camino de la Luna; los safaris que se efectúan por la selva; y la aventura de viajar en el gomón cara las mismas cataratas.

El Camino de la Luna es una visita nocturna a la Garganta del Demonio a lo largo de los días de luna llena.

Son 5 noches por mes en las cuales trescientos sesenta privilegiados, divididos en conjuntos de ciento veinte personas, recorren, primero en el tren y entonces a pie por las pasarelas, el camino cara la Garganta del Demonio, el salto de ochenta y dos metros.

la luna pone en blanco, negro y tonos grises la increíble geografía y dibuja fantasmagóricas figuras en la niebla que provoca la caída de agua.

En tanto la experiencia de viajar en una embarcación que atraviesa los rápidos del río Iguazú con rumbo a las caídas de agua es un camino que lleva a los más o menos treinta ocupantes de la lancha, a la base misma del salto San Martín.

Por su parte, el safari por la selva es un camino entre la vegetación, usando el viejo camino que unía Puerto Esperanza con el viejo Hotel Cataratas.

Es un contacto pleno con la naturaleza que deja estimar cómo la vegetación se recobra en sí misma, peleando palmo a palmo con una deforestación que redujo la selva natural a un cinco por ciento de lo que había en la región hace más de cien años.

El Parque Nacional Iguazú fue creado en mil novecientos treinta y cuatro por la Ley doce y ciento tres con el propósito de preservar las de sesenta y 7 y seiscientos veinte hectáreas que fueron declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad en mil novecientos ochenta y cuatro.

En 2011 las Cataratas fueron escogidas como una de las "Siete maravillas naturales del mundo".

El área resguarda especies que están en riesgo de extinción como el yaguareté, el ocelote, la yacutinga y el macuco, que aún hallan en el Parque Nacional Iguazú las condiciones para su supervivencia.


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