Un bebé estuvo a punto de morir ahogado en una pequeña pileta para niños en China cuando el salvavidas que llevaba puesto se volteó y lo dejó con su cabeza bajo agua por 46 segundos.

Los dos adultos que debían velar por su seguridad permanecieron ajenos a la dramática secuencia hasta que uno de ellos se percató y logró rescatarlo antes de que sea demasiado tarde.

El pequeño debió ser internado y permanece en terapia intensiva.

Las imágenes fueron registradas por una cámara de seguridad del establecimiento.


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