Alejandro Vandenbroele, señalado como testaferro del ex vicepresidente detenido Amado Boudou, declaró durante nueve horas ante el fiscal Jorge Di Lello en el quinto piso de Comodoro Py, pese a estar previsto que lo hiciera el próximo viernes, y aportó información sobre los negocios que realizó desde la empresa The Old Fund, además de reconocer por primera vez conocer al ex vice del kirchnerismo.

El empresario negoció el lunes con el fiscal Di Lello su incorporación a declarar bajo la figura del arrepentido. El juez federal Ariel Lijo hizo lugar al pedido, con lo cual el empresario ingresó "temporariamente" al Programa de Protección de Testigos e Imputados del Ministerio de Justicia de la Nación, que también aplica a imputados colaboradores, siempre y cuando la causa no esté elevada a juicio oral. Por eso en la causa Ciccone ya no le sirve, pero sí en otras tres que lo complican.

Al parecer, la información que dio Vandenbroele podría mejorar su situación procesal en las tres causas que aún no están en instancia oral. En primer lugar, reconoció por primera vez tener vínculos con Amado Boudou, relación que siempre habían negado ambas partes, según consignó Clarín.

Por otro lado, detalló cómo compró la calcográfica Ciccone de forma ilegal, según ya determinó el juez Lijo. Según lo declarado, creó la compañía The Old Fund y empezó a cobrar contratos con el Estado, como el “Servicio de Asesoramiento legal y financiero para la desestructuración (sic) de la deuda provincial de la provincia de Formosa”. Este contrato también complicaría al gobernador formoseño Gildo Insfrán, ya que Vandenbroele cobró 7,8 millones de pesos del Estado formoseño como representante de The Old Fund.

Vandenbroele llevó a tribunales documentación sobre las operaciones de esa empresa. Además, anticipó que en la figura de arrepentido, hablará del rol que tuvo el entonces titular de la AFIP Ricardo Echegaray en el entramado de la "asociación ilícita" por la que se lo investiga.

Según dijeron fuentes judiciales a Clarín, Vandenbroele se quebró varias veces frente al fiscal que lo escuchaba asombrado.


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